Ahora sí, esto es lo que sucede cuando se admite que la Internet que conocemos se transforme y la infraestructura de la Red no esté distribuida, cuando se la deja en manos de unos pocos: el otro día Tuenti censuraba los mensajes que incluían el nombre del señor oscuro («facebook»), ahora Facebook es el que censura los enlaces que incluyan de The Pirate Bay. Lo hacen porque pueden, está claro. Cuando la infraestructura es de ellos, cuando la casa es de ellos, las normas son de ellos también. La gran pregunta es, ¿de verdad es aceptable esa reducción desde Internet a mero jardín vallado? Hay formas sutiles en que la neutralidad de la Red se diluye, la propiedad de la infraestructura es una de ellas. Si eso es aceptable para ustedes, adelante: sigan usando esos servicios; pero espérenme sentados.
Infraestructura, neutralidad y censura
Es un momento muy, muy, interesante: el otro día a Lucia Echebarría le cerraban la página. Le está bien empleado por haber construido sus textos y su universo en donde no debía. Pero era guai. Hoy sabemos el caso del P2P y el de Lamebook, la sátira prohibida. Lo de la moral y las buenas costumbres con censuras memas, es casi lo de menos, pero era el síntoma. ¿Le importa a los gurús? Noooo. Y ahora viene el descubrimiento de que Facebook (ni twitter) sirven como un canal verdadero de ventas ni otras ensoñaciones que se habían hecho. Está latente: no ven «retorno». Sólo era broadcast. A mi alrededor, gente que empieza a reconocerme el valor de centrarse en los blogs.
Algo me comentaste hace unas semanas, cuando estuvimos en El carpincho, que te comenzaban a reconocer como un acierto eso de haberte centrado en blog… pues sí: es que quizá es la forma adecuada para un tipo de comunicación que en los servicios webs habituales se devalúa cuando no se pervierte directamente. Y, además, nos mantiene con el control de nuestro humilde servidor, en el que podemos enlazar a la web que más nos guste y donde la ironía y la sátira son bienvenidas ;)