Vía Threat Level llegamos a un artículo en The Daily que cuenta que:
Government officials are quietly installing sophisticated audio surveillance systems on public buses across the country to eavesdrop on passengers, according to documents obtained by The Daily. Plans to implement the technology are under way in cities from San Francisco to Hartford, Conn., and Eugene, Ore., to Columbus, Ohio.
Súmenlo a todas las videocámaras que se instalaron en la última década y el cóctel es letal para las libertades ciudadanas.
Por otra parte, esto de registrar todo lo que hablamos me recuerda mucho a la situación existente en V de Vendetta, esa distopía icónica de Alan Moore. Me pregunto cuánto falta para que en los chinos se vendan dispositivos que se encarguen de interferir con estos micrófonos como los que se usan en dicha historia. Y me pregunto cuánto falta para que los prohíban, por nuestra seguridad.
Dos artículos de hace varios años, de cuando dedicábamos mucha más atención al alzamiento de La sociedad de control, que vale la pena releer:
Salud
Sé para qué, pero no me imagino cómo esto se puede vender por un tema de «seguridad», con la imagen grabada estaba fácil: Permite identificar al que ha hecho algo malo y pretende, además, prevenir que se haga algo por la amenaza de la identificación fácil (dejemos por un momento al margen lo poco efectivo que ha resultado todo el sistema para lo intrusivo que es). ¿Y qué quieren con el sonido grabado? ¿Identificar posibles «conversaciones peligrosas»? En la propia nota hablan de que solo ha servido para rechazar reclamaciones de pasajeros (protección del conductor), si solo sirve para eso «como mucho» deberían poner un micro en dirigido a la zona de diálogo conductor-pasajero. Como mucho-mucho. Al menos sería algo «justificado» en una utilidad «real».
Es totalmente absurdo, ineficiente e ineficaz, salvo que el propósito real sea hacer negocio (no son sistemas baratos, ya lo pone la nota cómo las empresas se pelean para ofrecer el «servicio» y el dinero gastado) o controlar toda la población (como en las peores distopías). Ya, claro, y sirve para todo el «teatro de la seguridad»… ¡Por nuestra seguridad!
Hasta luego ;)
El abaratamiento de la tecnología hace posible ciertos sueños represivos. Como es barato (es un decir, claro) de instalar ese hardware y va a ser más barato cada vez almacenar y procesar esos datos… pues lo grabamos todo y ya veremos. Una locura que sólo puede salir mal :S
Vamos, que estoy muy de acuerdo con lo que comentas.