Leemos en Genbeta que el europarlamento ha votado a favor de forzar que Google separe en dos empresas diferentes sus servicios, poniendo en un lado el buscador y en el otro los demás servicios que ahora ofrece la empresa.
Obligar a Google a dividirse en dos es ante todo impracticable, seguramente desproporcionado, y que hasta puede resultar en un backfire que nos deje un mercado (como usuarios) con aún menos competencia del que hay ahora.
El buscador de Google no da dinero. El dinero lo ganan con la publicidad asociada a él y a sus otros servicios. Su sistema de publicidad representa el 95% de los ingresos, así que no puedes extirparlo sin hundir todos los servicios que no vayan a parar al mismo ente post-división. La gran mayoría de servicios de Google pueden usarse sin pagar económicamente por ello. Todo eso es una pieza de ese modelo en el que el dinero lo ponen los anunciantes (ya sabes, eres el producto). ¿Cómo plantean los diputados realizar esa división? Creo que no tienen una respuesta al respecto, porque ciertamente la división es impracticable mientras Google sea una empresa con una entrada de ingresos tan dependiente de un único producto.
Y eso sin entrar a antecedentes como comentaba Samuel Blázquez: el más próximo de la UE respecto de esto es la pugna con Microsoft que obligó a esta empresa a vender su SO Windows sin integrar el navegador de Internet. Un montón de años después se saldó con una multa y una medida irrelevante al extremo.
Esta propuesta no tiene demasiado sentido, excepto que lo comparemos con el caso antes mencionado. En ese caso la propuesta de la eurocámra deja de ser una quijotada más para tener una motivación clara: la recaudación, conseguir a toda costa que Google pague la fiesta, tenga o no la culpa de los problemas que atraviesan otros sectores. Si no es así, yo no le encuentro explicación razonable.
Por eso creo que quizá vayan por ahí los tiros: en una UE donde sus parlamentarios se han demostrado carente de ideas a todos los niveles, donde en diferentes países se lleva años persiguiendo imponer una «tasa Google» de forma más o menos indisimulada, es posible que realmente no aspiren a dividir Google en dos, sino que todo sea un enorme farol destinado a elevar mucho la apuesta para que toda rebaja durante la negociación no impida que al final todo se salde con una multa lo más abultada posible.