Según MacIntyre, la deriva emotivista de la moralidad contemporánea tiene su origen en la heterogeneidad de valores dominantes. Hay valores para todos los gustos y la moral republicana que antiguamente los mantiene cohesionados se ha reducido hoy al respeto a la ley. Este proceso está dando lugar a diferentes modos de vida que ya no buscan una verdad que los justifique, sino una intensidad emotiva que los haga auténticos. Cada vez nos encontramos con más gente bien intencionada que cree que la intensidad de sus emociones convalida la ausencia de criterios morales.
Gregorio Luri, La escuela no es un parque de atracciones.
He empezado el año leyendo más de lo que he leído recientemente (una buena noticia, al menos), y aunque he dado cuenta de varios libros, alguno de los cuales he mencionado ya en este blog, creo que de momento el que me está gustando más es mi actual lectura. La escuela no es un parque de atracciones, el último libro de Gregorio Luri, un repaso al estado del sistema educativo y a cómo el mismo ha perdido el foco de lo importante atraído por modas pedagógicas con dudoso respaldo científico e intelectual.
Cuando lo termine les podré decir mejor si es entero tan bueno como sus primeras cien páginas, pero de momento me está gustando bastante.