Un grupo de físicos brasileños ha lanzado un boicot contra Dell debido a recientes cambios en la política de ventas de equipos informáticos de la compañía, que consideran desmesurado e invasivo.
La campaña fue publicada en la Folha de Sao Paulo, pero de ahí se ha extendido la noticia y yo la he visto en The Register.
Denuncian estos científicos brasileños que cuando vas a comprar una máquina Dell te aparece el siguiente formulario:
¿En qué país será usado el producto?
[caja de seleccion]
¿Cuál es el uso previsto para el equipo?
Personal.
Comercial.
Gobiernos (funcionarios).
Gobiernos (militar).¿Será empleado este equipo en asuntos relacionados con armas de destrucción masiva (por ej. aplicaciones nucleares, tecnología de misiles o armas químicas o biológicas?
[Si]
[No]
Además se les obligaba a aceptar un documento en el que admitían que no transferirían ni los equipos ni información a investigadores «malos malosos» de Cuba, Corea, Irán… Algo a lo que los científicos se niegan rotundamente: «No tengo que justificar mis acciones anten nadie».
Evidentemente estos científicos tienen razón: no tienes que decirle al vendedor para que lo quieres (lo pagas y punto, es un jodido ordenador) y más aún, nadie fuera de los EE.UU. (el resto del tercer mundo, que básicamente incluye todas las naciones de la tierra que no están bajo el amparo de Dios y del espíritu reencarnado de Abraham Lincoln, eso nos incluye a nosotros y al resto de la UE) no tienen porqué ceder ante esas preguntas. Casi me da por pensar que ni siquiera dentro de los EE.UU. tienen que responder a esas preguntas, pero bueno… lo cierto es que no tengo ni idea de cómo andan de defensas democráticas allí (imagino que flojos ya a estas alturas de la política del miedo).
Esto se sale de madre, ¿no os parece? He pensado que para no perder el tiempo con estúpidos formularios podemos afeitarnos la cabeza al auténtico estilo soldado raso y tatuarnos el nombre en la coronilla para que sus satélites (esos que no existen) no se confundan con cualquier otro humanoide. Mira que somos más de 6000 millones y podrían equivocarse.
Para resumir: parece ser que Dell ahora vende Linux pero no todas las aguas son tan limpias. Estas son chungas y no recomiendo bañarse. Pero por el collar baila el perro, pasta gansa deben estar ingresando por echar una manita a «la guerra contra el terror», eso seguro. Dicen desde Dell que «están obligados por la ley». Empiezo a cansarme de la excusa de «obedecemos órdenes», siempre tan útil cuando más le aprieta a uno el cuello de la camisa.