El próximo 26 de octubre tendrá lugar cierre definitivo de GeoCities.
(Largo silencio de melancolía.)
Hace meses que supimos que cerraría, hace ya muchas semanas que comentamos –de pasada– la mencionada fecha. De los comentarios iniciales al respecto de este cierre, hecho hace aún más tiempo, me quedo con el de Antonio en Error 500.
A mí estas cosas me dan cierta tristeza. No es que uno ansíe ni llore el cierre de un sevicio de hosting propiedad de una macroempresa que goza ya de alternativas muy válidas y, posiblemente, mejor adaptadas a los tiempos que corren. Es que la primera página web que hice (de cuyo nombre no quiero acordarme) se albergó en Geocities. [Sí, tenía gifs y todo, ¿qué pasa?]
Yahoo! dice que no les es rentable, y no tiene uno porqué dudar de ello. Pero la lógica de Yahoo! no nos recompensa a nosotros. Dicho de otra forma: los intereses de Yahoo! no son los míos. Para la internet que a mí me gusta, las viejas páginas de Geocities son un trozo de la biblioteca de Alejandría, llena de viejos manuscritos escritos por ya nadie recuerda quién, pero aún valiosos. (Más valiosos, si cabe, que cuando fueron escritos; y que nadie dude que fueron escritos por personas aunque la mal llamada web 2.0 no se había inventado.) Geocities fue refugio de los exploradores de la primera web. Madrugadores de la red que abrazaron el http y se dieron a levantar templos a todo lo que les resultaba valioso. Páginas webs que llevan años sin actualizar pero cuyo contenido se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia. El cierre de Geocities muestra a la memoria de la red en pleno colapso.
Tal como yo lo veo, Geocities tiene valor no por ser un montón de páginas, sino porque era un testimonio de lo que los exploradores de la web, lo que cancamuseros varios denostan como web 1.0, hicieron tan sólo porque les nacía. Y eso no lo hace ni más valioso ni menos que todo lo que estamos haciendo ahora: lo hace diferente. Y cuando la abundancia rige, cuando las identidades están difuminadas y hemos descubierto que la mayor parte de lo que nos enseñaros de pequeños era mentira, la diversidad lo es todo.
Por cierto que gracias a Jose Antonio Millán (¿alguna vez os he recomendado sus flores de farola?) me entero que Internet Archive ha abierto una campaña especial para preservar la mayor parte de geocities.
Muchos os estaréis preguntando: ¿el cierre de geocities, la memoria de la red y una poesía? ¿dónde carajo está la poesía? Ya viene. Es una poesía a la que llegué hace mucho, cuando Teodoro dejó un comentario en un post de hace ya algún tiempo (Conservadurismo dañino). Aún pueden leerlo en geocities (se ve mejor con IE 4.0 a 800×600, ah qué tiempos) pero pronto ésa no será más que otro héroe muerto otra URL muerta. Por si acaso no está en otra parte, la pongo en este post, como apostilla positiva.
La puerta abierta
Abre de par en par las puertas de tu casa. El mendigo que recorre la calle en demanda de pan, llegará a tu puerta con plena confianza. El niño que pase, volverá su inquieta cabecita y sus azules ojos hacia el interior de tu casa. El sol y la brisa, entrarán iluminando y perfumando todo. Y cada día, un visitante inesperado llegará a tu puerta y se llevará o te dejará algo para engrandecer tu existencia.
Si alguien tuviese sed y marchase fatigado en pos de agua; sin duda, llegaría a la última casa si esta fuese la única que permanece abierta. Los presidios y los manicomios están siempre cerrados. En las casas cerradas, parece que se retiene algo o se niega la entrada a alguien. La felicidad jamás toca la puerta ni llama a grandes voces. Llega donde la esperan y donde hay confianza plena. Entra sin llamar ni saltar tapias; y con mucho sigilo, acaricia los niños y despierta los botones en los rosales.
Si en tu lugar se incuban las sombras; se entumecen los cuerpos y se mustian las rosas porque tu puerta permanece cerrada; entonces, no esperes nada de la vida, ya que el ensueño, la felicidad y el amor, son dones maravillosos que no llaman ni esperan para entrar.
Abre tu puerta, para que todo aquel que la mire sin ir a pedir ni a darte algo, diga siquiera al pasar: ¡Aquí vive la Esperanza!
– Rosa Virginia Martínez, extraído de Motivos de la vida (1944).
Dos postdatas:
- Eso es poesía aunque sea prosa.
- Y sé que últimamente paso menos por aquí: la cosa cambiará en breve, pero estoy atareado con algunas cosas de las que quizá hablemos algún día. Mientras tanto ya saben cuál es el mensaje: rechacen ser aterrorizados, para empezar hagan como les recomienda Rosa Virginia Martínez y abran sus puertas (físicas y/o mentales).
Me iba ya a la cama y el vicio de mirar los feeds una última vez me ha traido aquí.
Yo también hice mi primera página en Geocities (y la segunda y la tercera que lo mío fue vicio). Era la típica página de fan de un actor (que no mencionaré por el bien de mi imagen). Una tontería de sitio hecho con tablas (duros comienzos), con un contador y un guestbook de bravenet snif snif… ¡Que recuerdos! Si hasta me llamaron de un periodico de pueblo americano para hacer un especial de fans del señor aquel.
No me acuerdo ni la url pero guardo un grato recuerdo de ella y me da bastante pena que desaparezca. Pero bueno, todos tenemos que terminar desapareciendo. Es ley de vida, hasta en internet
ja ja ja. Me ha hecho gracia tu comentario porque en el borrador de post había puesto entre paréntesis exactamente lo mismo: «(y la segunda, y la tercera, …)».
Supongo que sí, que es ley de vida… pero bueno, aún da penilla :)
¡Saludos!
Salud
Aun hoy en día muchas grandes webs (o mejor dicho, con información interesante, al margen de su precario diseño), totalmente desactualizadas (parpadeando el gif de «new» en noticias del 2001 como mucho), están alojadas en ese portal web (que muestra por qué no depender de una empresa, a ella le deja de resultar rentable tu presencia, y educadamente te pide que te vayas).
Sin dudas la (mal llamada) web2.0 de hoy no es más que una extensión de lo que fue la participación que existía en ese entonces, la construcción por parte del navegante de Webs para todo tipo de propósitos (desde webs de pequeños partidos políticos, a bibliotecas personales, grupos sobre SW o la última frikada, revistas universitarias, portales «alternativos», pasando por todo tipo de páginas en eterna construcción) fuera, o en paralelo, de los portales «profesionales» (por llamarlos de alguna forma).
Buena entrada Versvs :).
Hasta luego ;)
En los tiempos 1.0 estábamos los aficionados al HTML y enganchados a la magia de publicar ¡y que nos leyeran! Estábamos los que participábamos en foros, los que usábamos los IRC (o el ICQ!!!) para comunicarnos. El resto ni siquiera sabía lo que era la Web. Y cuando lo sabían solamente leían, no publicaban.
En los tiempos 2.0 nosotros seguimos publicando, obviamente con herramientas más cómodas, porque no somos ni talibanes ni tontos. Ellos tienen cuenta facebook y se saludan como Tíaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!! cuando se dejan notitas allá o cuando se encuentran en el messenger. Yo a eso no le llamo publicar contenido.
Total: nada nuevo bajo el sol, excepto la cuenta bancaria de los de la cancamusa, forraos de dar charlas al respecto del dos punto cero.
¡Un abrazo enorme a los tres!
Es verdad que en la gran mayoría somos los mismos pero conocí gente que han «abrazado» esos sistemas para dejar sus webs/blogs… una pérdida porque no invitan a la reflexión esos espacios y nos estamos perdiendo (seguro) ideas interesantes :)
De nuevo, un placer leeros: dan ganas de procastinar un poco más y pasar por aquí aunque nos falte el tiempo.
http://www.youtube.com/watch?v=pw6D_QfsmUY
:______)
Yo tuve mis primeras páginas, fueron dos, en Geocities. Cuantas horas me pase, y que gracia les hizo a mi madre, las facturas telefónicas de aquella época en la que se empezaba a protestar por la tarifa plana.
En fin, una pena… yahoo debería guardarlas como oro en paño.
Por si alguno se aburre:
http://web.archive.org/web/*/http://www.geocities.com/CollegePark/Quad/1907
Si parece ke fuere ayer cuando el HTML daba mucho que decir.
html>
head>
title>El titulo va aqui /title>
meta name=»GENERATOR» content=»Geocities.com»>
/head>
body>>
H1>Hola mundo/H1>
/body>
/html>
( eskemita del Sitio en construccion )
Geocities era el Sitio de la publicidad y del desborde de Ancho de Banda.
Pordokier había «trukitos» para burlar a Geocities:
Quitar la publicidad (Cuando lo lograbas te eliminaban tus archivos Jeje)
Para burlar el ancho de Banda, por pagina, otorgado. Había que crear multiples cuentas (a lo bestia), en Gocities.com para sostener la demanda del dia.
Hasta en la universidad nos fue util para pasar la materia de Informatica. EN FIN, espero ke algun dia vuelva al mundo del Web.
Hay una sitio web en Internet donde se recogen «fotografías» del estado de muchísimas webs http://web.archive.org. Personalmente, he encontrado muchas versiones antiguas de webs que me interesaban.
Ahí puede encontrarse el documento del cual lamentas su pérdida en tu post http://www.versvs.net/anotacion/la-memoria-de-la-red.
Sólo hay que ir a:
http://web.archive.org/web/20051129005726/www.economics.harvard.edu/~dblackbu/papers/blackburn_fs.pdf
Será buena idea que se recojan las máximas páginas posibles de Geocities.
Hay una sitio web en Internet donde se recogen «fotografías» del estado de muchísimas webs http://web.archive.org. Personalmente, he encontrado muchas versiones antiguas de webs que me interesaban.
Ahí puede encontrarse el documento del cual lamentas su pérdida en tu post http://www.versvs.net/anotacion/la-memoria-de-la-red.
Sólo hay que ir a:
http://web.archive.org/web/20051129005726/www.economics.harvard.edu/~dblackbu/papers/blackburn_fs.pdf
Será buena idea que se recojan las máximas páginas posibles de Geocities.