Si todo lo que hay que exigirle a un gobierno es la creación de un entorno favorable, abierto y estable para los negocios, ¿cómo se toma uno la prohibición de las Blackberry en Arabia Saudí y los Emiratos tan sólo porque no es posible al Estado espiar las comunicaciones –navegación, llamadas, mensajes– que tienen lugar desde esos dispositivos? ¿Se venden como centro de negocios globales y hacen cosas como ésta? Desde luego, el que se obceque en mirar a oriente para los negocios ya sabe lo que hay (gente espiando). Porque he aquí una oferta que RIM, de capa caída, no podrá rechazar: o me lo dejas leer o te lo prohíbo. No easy action.