Pues sí, o eso dice la Audiencia Provincial de Madrid, que no sólo a desestimado el archivo sino que además ha confirmado el procesamiento de los dirigentes del COAPI que revisaban el correo electrónico de uno de sus empleados. Dice el auto que aunque la única finalidad fuera encontrar pruebas para despedir al empleado el hecho de espiar las comunicaciones de la persona ya es un delito. Y yo lo aplaudo. Si quieren echarlo, y quizá no les faltaran motivos, que lo justifiquen, pero de ahí a invadir su vida privada hay un trecho.
Yo me alegro porque por una vez parece que la libertad ha sido respetada. Al menos de momento…