En abril de 2010 hablábamos de él y mostrábamos un vídeo sobre su funcionamiento y lo describíamos como «ese vídeo nos muestra la muerte de la industria editorial tal y como la conocimos».
Casi 3 años después la cosa ha avanzado bastante. Vemos ahora en The Verge (gracias, Pere) el avance del proyecto: ahora es más sencillo, más «higiénico», y más fácil. Y probablemente el sistema OCR sea también más fiable y más exacto.
El mismo equipo de investigadores que mostrara aquel prototipo en 2010 anuncia versión comercial evolucionada y mejorada para 2013, el robot promete escanear hasta 250 páginas por minuto. Pongámoslo en contexto: será más rápido escanear un libro (ya ni siquiera hablo de bajártelo) que finalizar el proceso de compra en un sitio engorroso tipo Libranda.