La semana pasada un ex-agente del MI6 británico fue encontrado muerto en su apartamento, en lo que el jefe de la investigación declaró como «un asunto policial». Según leemos en Threat Level, que se hace eco del Mirror, el agente fallecido también habría estado vinculado, además de al MI6, a la NSA, a la cual habría ayudado a interceptar comunicaciones de miembros de Al Qaeda hasta el año 2006 que ayudaron a abortar varios intentos de atentado e inculpar a los culpables.