En un mundo digital, el acceso a la cultura (o al ocio, si se niegan a llamar cultura a según qué cosas) es muy sencillo y a menudo es gratuito. Por eso muchos hemos decidido que no pagamos más que por las cosas que de verdad nos interesan. Hemos decidido que no queremos seguir pagando cosas que se pueden conseguir gratis, obedeciendo una lógica comercial básica (a igual producto, comprar el más barato). Aquí entra el estado: ¿no quieres café? Pues toma dos tazas.
No voy a descubrir en este post la hipocresía de la clase política dominante. Y no lo voy a hacer porque, de alguna manera, vamos a hablar de propiedad intelectual, y en este tema la hipocresía de la clase política ya ha quedado patente en innumerables ocasiones (1, 2, 3, 4, 5, 6, por poner solo unos ejemplos).
Es sabido que las leyes que regulan esos aspectos están mal diseñadas, que no funcionan bien en un ecosistema abundante como el digital y que, pese al clamor popular en contra, las leyes sobreviven y se endurecen poco a poco. Y sobreviven y se endurecen porque todos los gobiernos que el Estado va teniendo así lo quieren.
La LPI, la LISI, el canon en los discos duros, en los móviles, en las bibliotecas ¿públicas? (¿no les hace raro que de repente y tras aprobarse el canon por préstamo bibliotecario, el Estado haga una campaña de propaganda a favor de las bibliotecas públicas? Primero te joden y luego lavan la propia imagen, qué típico).
Y te joden con el canon, pero también con lo que no es el canon. La Junta de Andalucía regala (con énfasis, que las palabras las carga el diablo) un cheque-regalo a todos los andaluces que cumplan 18 años (¿qué hace falta para ser andaluz? ¿nacer aquí? ¿vivir aquí? ¿tener aquí el padrón? ¿pagar impuestos aquí? qué lío, oiga): 60 euros para que te los gastes en cultura (u ocio), en los establecimientos asociados (que una cosa es dilapidar impuestos, y otra es dilapidar impuestos sólo sobre aquellos que acepten debernos el favor de mandarles a inocentes niñitos a sus tiendas cargados de corticoles o junticoles o como se diga, de dinero de mis impuestos). Lo leemos en La voz digital.
¿Cómo se entiende esta jugada? Pues muy fácil: ¿tú decides que es más económico bajarte música? pagarás música quieras o no (canon). ¿tú no compras libros porque los tomas de la biblioteca? pagarás libros quieras o no (canon). ¿tú has decidido que es más cómodo y rápido bajar cultura (u ocio, que tanto me da) de internet sin DRM y sin pagar porque así es la economía de la abundancia en la red? Pues tú te gastarás 60 euros en cultura, quieras o no (bono-cheque).
¿Cuántos euros me cuesta a mí esta jugada? ¿Cuántos millones nos cuesta la suma? ¿Por qué el Estado se empeña en que paguemos lo que ya no queremos pagar? Ya claro, que los 60 euros se los pueden gastar en ir al teatro… la de adolescentes que van a ir a ver Die Zauberflöte al teatro cervantes, oiga. Todos sabemos dónde irá a parar ese dinero; la Junta también. Y lo hace conscientemente porque así paga a su red de culturetariado dócil a la vez que adoctrina a los jóvenes en el mejor uso posible para su dinero.
Según la voz digital:
Estos jóvenes andaluces, de los que la consejera mostró su convencimiento de que, en su gran mayoría, «no tienen dificultad económica para acceder a la cultura», por lo que recalcó el valor simbólico del nuevo bono cultural, que también trata de acabar con «la excusa económica para no participar en la cultura». Torres recordó que se trata de una propuesta del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, para «generar nuevos públicos» y «para potenciar a los usuarios más jóvenes»
Ojo a las contradicciones y al descaro que podemos encontrar en tan poco texto trufado de declaraciones:
- Es simbólico porque según la consejera ya tenemos pasta para estas cosas. ¿Simbólico regalar unos millones de euros a un sector que está en decadencia sobre todo por su falta de adaptación mercantil? Y luego, si ya tenemos pasta deja de obligarme a gastarme 60 euros (es dinero de mis impuestos) en eso. No me cobres esos 60 euros en impuestos y ya me los gasto yo en otra cosa (o en eso mismo).
- Acabar con «La excusa económica para no participar de la cultura». ¿Qué excusa económica si, supuestamente, tenemos la pasta para ello y además gran parte de la cultura se obtiene ahora mismo… gratis en internet. La excusa la ha puesto ella para poderse gastar la pasta, que es diferente.
- El descaro del señor Chaves al afirmar que quiere «generar nuevos públicos y potenciar a los usuarios más jóvenes». Molt bé. Pues si todo esto va de generar adicciones no se diferencian en nada de los camellos de mi barrio. El primer porro gratis. Salvo que aquí el primer CD ya lo paga el nene, porque si aún tiene la suerte de no currar a los 18 años, seguro que esos 60 euros se los cobraron al padre en el IRPF.
Y claro, sin obviar el detalle de que se lo regalan a niños de 18 años. Recién votantes. Pero qué populista es Hugo Chávez Manuel Chaves (ay, qué desliz con los nombres).
Ah, llegó el 2009 y todo parece indicar que voy a seguir igual de protestón que siempre. Malamente vamos.
Poco que decir. De todas maneras, casi aplaudiría 60 euros en «cultura» y no el despilfarro de dinero en otras cosas estúpidas, como el «trasto» instalado al lado de la Estación de Autobuses de Málaga para informarte sobre el nivel de CO2. Un pastón para algo que podrías consultar en una web.
Y ya puestos, vaya despilfarro los plasmas instalados en la UMA no sé a cuento de qué. ¿El tablón de corcho de toda la vida no servía? ¿La web era insuficiente? ¿Había que gastar miles de euros?
Me cago en el derroche tecnológico.
Ahora valdrán menos, cuando los pusieron hace dos años, y de ese tamaño, les costaron 6000 euros cada uno. Y hay una barbaridad… pero ¿y lo guapa que sale la rectora cuando la sacan? :)
Cuando alguien juega con dinero que no es suyo, casi siempre acaban pasando estas cosas… que se lo acaba dando a sus amiguetes, despilfarrando en chorradas o comprando voluntades (y votos).
Salud
WOW, eso es populismo y el resto tonterías. Cumples 18 años (uys, cuando ya puedes votar, como bien indicas Versvs, coincidencias de la vida, oiga) y «te ganas» sesenta euros. ¡Viva el pan y circo! (Pero sin pan, con circo y pagando, gracias.) Además, me parece una práctica no progresista (¿60 euros al rico y al pobre? ¿y si el pobre los quiere para comer por narices tiene que comprarse un «producto cultural»? es que ya puestos a dar 60 euros, que lo hagan en un cheque sin más).
Si quieren potenciar la cultura con subvenciones, que no lo hagan dando dinero a los usuarios para que estos vayan a locales de los amigos de la Junta y sean simples consumidores, sino que usen esa misma cantidad anual en, por ejemplo, premios literarios, subvencionar obras teatrales, etc. (siempre de la forma más transparente posible -lo sé, transparente y política solo van juntas con un NO por delante de transparente-), donde el resultado de las mismas deba ser libre y de acceso gratuito. Eso sí sería, al menos, positivo y enriquecedor social y culturalmente.
Hasta luego ;)
PD: Sobre el pago en las biblios públicas solo un matiz con la actitud del gobierno (para una vez…): Al comienzo se negaron a transponer esa parte de la directiva, le cayó palo desde la UE y dijeron «bueno, de perdidos al río, que esto no es importante», pusieron el dichoso canon (distinto al de la copia privada, sea dicho) y sacaron la campaña («no fuimos nosotros, fueron ellos»), pero claro, para matizar mi matiz, no han intentado que las instancias de la UE a las que ellos pertenecen o participan saquen o fuercen una norma que elimine la compensación en las biblios públicas…
Estoy de acuerdo en todo MENOS en los PREMIOS LITERARIOS. ¿Para qué dar dinero a premios corruptos? Sé algo de cómo va esto, pero vaya, no hay más que leer a Fernando Valls en su blog (que por cierto, acertó con el PREMIO NADAL 2009 antes de fallarse):
<<< No hace demasiado tiempo, le pregunté a un buen amigo vinculado a la editorial por qué tenían un jurado tan insustancial, por qué no lo formaban con gente independiente y conocedores de la materia que juzgaban. Así singularizarían el Premio, puesto que sería el único que tuviera un jurado de verdad, y a lo mejor acertaban alguna vez, premiando una buena novela. La última obra de auténtica relevancia literaria que ha obtenido el Nadal ha sido Llámame Brooklyn, de Eduardo Lago, aunque parece ser que no es precisamente el libro que más ejemplares ha vendido. La respuesta que me dio fue tan realista cómo cínica. Me comentó: sí, Fernando, todo eso que me cuentas está muy bien, y seguramente tienes toda la razón, pero ese jurado que tú propones no se dejaría mangonear (no utilizó esta palabra, pero sí lo decía en ese sentido), no premiaría a quien nosotros quisiéramos para vender los ejemplares que la editorial necesita. En fin, mientras que el criterio para elegir el ganador sea la venta de libros, todo seguirá siendo una representación. Ojalá los pronósticos estén equivocados y le concedan el premio a un nombre nuevo, joven, ambicioso, que los hay, sin que vaya de ridimodelno, que traiga aires frescos a la narrativa. >>>
En fin, si el bono cultural se usa para beneficiar a 4 amiguetes (del teatro, del cine, de donde sea), con los premios literarios sería incluso peor. Salud.
Jomra, yo tampoco creo que el estado deba gastar dinero en premios literarios, son bien operaciones de márketing o pura propaganda (¿premio nacional de blogs? ¿premio nacional de literatura? son la misma cosa).
Los premios literarios son un amaño, es algo sabido, pero desde luego CoeN habla con mucho más conocimiento de ese medio.
A mí me parece bien que se fomente la cultura, pero es que en 2009 eso se hace sobre todo favoreciendo el acceso a la misma: internet está de parte de todos los Estados que quieran de verdad fomentar la cultura… pero para eso tienen que dejar de verla como un enemigo.
Si tienen la herramienta delante y no la quieren ver, es que algo raro pasa. Como con el pufo ese de Europeana. Es siempre la misma historia. Este bono-cheque no es tan diferente. Por desgracia.
Salud
Solo un matiz sobre los premios: Lo lancé como idea alternativa, no como solución, y lo lancé con ciertos requisitos que indudablemente los premios actuales no cumplen. Por un lado, la transparencia, por otro, que la obra premiada sea o se volviera libre.
Los Nadal y demás, no lo olvidemos, son premios privados, no públicos, y claro que son pura mercadotecnia (¿una editorial que decide el ganador? ¡Eso se llama elegir a dedo!).
Pongo los premios, junto con subvenciones y otras formas de incentivar la cultura porque, en abstracto, pueden ser positivos (el tema está en cómo se realicen, y ahí es donde la transparencia y el que el resultado sea libre me parecen fundamentales) mientras que el bono-cheque, en abstracto e independientemente de su ejecución, me parece negativo.
Por último, Versvs, totalmente de acuerdo, se debe fomentar el acceso, llámese Internet (e Internet bajo las premisas que usted dice), teatro público, cineforum, bibliotecas públicas y demás, y a cada administración hay que pedirle hasta donde lleguen sus competencias, actualmente hace falta un cambio legislativo importante (en el tema de Internet, Propiedad Intelectual y demás) y la Junta no puede llevarlo a cabo, a la Junta hay que pedirle lo que puede hacer, al gobierno central su parte y a la UE la suya. (Y a todos para que presionen al resto.)
Hasta luego ;)
Ya, pero es que los premios públicos tampoco suelen ser realmente objetivos, sino que obedecen a los intereses del Estado. No es cuestión de público o privado, sino de voluntad de hacer las cosas bien. El mismo tribunal manipulable lo puede escoger una entidad pública. Quiero creer que es por eso por lo que un año tras otro se escoge para el Ppe. de asturias de deporte a Nadal, Alonso, la selección de baloncesto… ¿de verdad alguien cree que merecen esos premios? :)
Y lo de presionar a las administraciones. Sí, pero de verdad me volvió la desesperanza adolescente… veo que aquí no cambia nada y dan ganas de romper con todo e ir por libre. ¿Reclamar qué si nadie escucha? ¿Reclamar y aceptar las reglas de su juego para que, al final de todo, sigan sin escuchar? No sé… será angustia teenager o lo que sea, pero no sé.
Un saludo.
No desesperes Versvs. Lo que pasa es que son muchos, ¡¡pero cobardes!! :-)
Yo seré una de aquellas personas que recibirán este «cheque» , si es que llega, porque cumplo los 18 ahora en 2009.
Sé que la inmensa mayoría de la juventud no va a hacer un uso productivo de este cheque, y habrá que ver dónde y cuándo dejarán que se haga uso del mismo, espero que sea productivo y provechoso, por lo menos para mí, que sí me importa la cultura.
He llegado aquí, tiempo después de que publicaras esta entrada porque, vaya… ¡Acabo de recibir uno de esos «maravillosos» cheques!
Sinceramente me parece una lavadura de cerebro. Oh, sí, vamos a tirar 60 en cada joven que cumple 18 años para tratar de comprar el voto. Porque, sinceramente, es eso lo que se pretende con este cheque, comprar un voto.
Como no hay asuntos en Andalucía que requieren el uso de ese dinero, vamos a usarlo para ganar votos, en fin, es llamativo.
Sinceramente esperaba al menos tener un poco de libertad para poder decidir en que usar el cheque pero vaya… Nada interesante, y si quiero ir a lo único que me parece que medianamente sirve la pena (un concierto de Jazz) tengo que viajar hasta Sevilla, pagando el tren claro está pues vivo en Córdoba, gastar un bono de 10 y encima, si quiero no estar en el gallinero del teatro, pagar unos 15 más de mi bolsillo. Genial, claro.
Me quedaba la esperazanda de al menos poder usarlo en libros… Pero por ahora parece que, o bien no hay esa posibilidad, o aún los de la Junta están revisandos cuales son los adecuados para hacer una limpieza de conciencia a los jóvenes.
¿Acceso a una cultura predeterminada? Podrían al menos haber dejado el libre uso de los bonos en cultura al gusto de cada uno, no tener que ir a los mismos sitios como borregos.
En fin, aquí mi opinión, tras acabar de recibir el cheque hace 5 minutos.