Hace varios días que en el Blog de Daniel Baumann (desarrollador de Debian) apareció un comunicado según el cual anunciaba que iban a comenzar el desarrollo de una versión Live . (Leer comunicado aquí).
¿Qué trae de bueno este LiveCD? Bueno, en principio no es más que un proyecto, un montón de buenas intenciones podría decirse, y lo cierto es que existen numerosas distribuciones de linux de este tipo, la mayoría de ellas basadas en Debian, nacidas a la sombra de Knoppix, con lo cual no creo que este nuevo proyecto de la gente de la espiral vaya a ser una revolución. El modelo de desarrollo de Debian es, además, lento y metódico. Con un especial celo en el hallazgo y eliminación de fallos antes de liberar los programas y otro exceso en su afán multiplataforma. Esto fuerza que los paquetes que encontramos en las versiones stable sean a menudo algo antiguos, aunque, eso sí, muy estables. Y eso no es bueno ni malo, es una manera de ver las cosas. No soy un «fanático de las últimas versiones», suelen consumir más recursos y de hecho siempre tengo versiones estables instaladas. Pero no uso Debian. La usé pero se me hace lenta y hay veces que se necesitan versiones más actuales de algunos programas que en Debian tardan MUCHO en ser incluídas. El Debian Project tiene una filosofía demasiado solemne, el proceso de desarrollo es enrevesado y lento.
Con estos antecedentes, ¿Qué se puede esperar de Debian LiveCD? Pues en principio, discúlpenme si soy algo corto de miras, yo a un sistema Live le doy dos usos principalmente: (1) Herramienta de diagnóstico y recuperación, ante todo; y (2) método de prueba de otras distribuciones y/o programas actuales. Con lo ya explicado la aplicación (2) queda bastante disminuida, así que nos quedaría emplearla como herramienta de diagnóstico. No es que sea poco, estaré encantado de ver qué pueden hacer los chicos de Debian (y lo veré, ¡no me hará falta instalar nada en mi sistema!) pero creo que tienen mucho que hacer si pretenden hacerse un hueco en un espacio dominado (con motivos) por Knoppix, posiblemente la mejor LiveCD que he probado y que, paradojas, nació como un derivado de Debian.