«We think we understand networks, but we really dont a lot of the time. We dont grasp how magnificently, terrifyingly complex networks are. We like to draw pictures of them and then think weve captured their meaning, when they are more like the weather always changing, hyper-complex. Predictable if you are smart and have a huge amount of data and training, but only to a point and only some of the time.»
– Antony Mayfield, al hilo de la Internet World Kongress del año pasado.
(via Bianka)
Más aún, las redes son complejas y son inevitablemente complejas. ¿Es posible que la «Internet de las cosas» cambie esto? No, porque la Internet de las cosas son máquinas hablando entre ellas, está un paso más allá de lo que tenemos con los códigos QR.
El software y los robots pueden reemplazar el 40% de los empleos con menor valor añadido, quizá en algún momento todo ese exocerebro nos permita recurrir a la pura algorítmica para resolver ciertas cosas. Mientras tanto, está claro que hay cosas que no se pueden delegar.