Muy interesante la historia que nos muestra el MIT sobre uso de tecnología para el cuidado desatendido de ancianos. Lo hemos visto ya en otras ocasiones. No es sólo que una vez hecha la tecnología, no haya freno a su aplicación y abuso, es que tras esa buena apariencia lo que tenemos es que las personas que hasta ahora requieren atención personal, serán abandonadas en manos de lo que la tecnología pueda hacer por ellos. Como siempre, los primeros en picar billete son las clases bajas (marginales y enfermos terminales). Pero no parará ahí.