Cuando en medios no especializados se habla de Internet y se menciona la seguridad, las noticias suelen tomar un aire a medio camino entre la alarma indocumentada y el amarillismo más falaz. Y es una pena porque ello hace que palabras como «hacker» que deberían ir unidas a una nueva forma de concebir la vida y el trabajo como algo mucho más vivible y humano, acaben siendo vinculadas inevitablemente a delincuencia, para desazón de los hackers auténticos, como nos contaba Rudy Rucker en Bilbao.
Con la conversión de Internet en algo masivo, la Red «se domesticó», pero ese discurso sigue estando presente. Las descargas se vinculan a la pornografía infantil (y no a la superación de un viejo orden ya obsoleto), y la propiedad intelectual es más que nunca una excusa para el totalitarismo (algo que a los habituales de estas páginas ya no sorprende en absoluto) y la tecnología hace posible ciertos sueños represivos.
El Diari de Girona publicó hace unos días un especial dedicado a la seguridad en la Red al que tuve el placer de contribuir apoyando a Bruno Pérez (experto de estos temas) y Álex Ribas, coordinador del reportaje y muy interesado en estos temas, con quien tuve el gusto de charlar sobre Ciudades inteligentes, una metáfora en positivo de lo que las más de las veces no es sino la instalación sin orden ni concierto (y, por supuesto, sin control ciudadano) de un sinfín de sistemas de vigilancia. Por todo ello, y llámenme inmodesto, creo que el reportaje goza de un equilibrio que le falta a otros que leyeron y (desgraciadamente) leerán.
Una vez más mil grácias Jose. Sin personas como vosotros sería muy difícil contrastar… Espero que todo esto sirva para que el proyecto de ciudad inteligente para Girona se acabe desarrolando sin renunciar a lo que caracteriza la inteligéncia… Te he mandado el pdf! ;)
La tecnología abre posibilidades enormes para la vida en las ciudades, pero si no lo hacemos bien, el precio será demasiado elevado en libertades :)