Gracias al siempre atento tío Rinze llego al curioso caso de un británico que dice haber sido infectado con un virus informático (20minutos) [Nota curiosa: el enlace de 20minutos es posterior al post de Rinzewind, cosas de enlazar a búsquedas dinámicas en Google news.]
¿Es eso posible? No. Pero el caso es realmente diferente: <ironía> este tipo tuvo la genial idea de implantarse un chip RFID perfectamente trazable </ironía> (y cuya trazabilidad estará siempre fuera de tu control a menos que te compres unos guantes-jaula de faraday) para poder abrir sin esfuezo según que puertas que le identificarían conforme se acerca. ¡Esto es el futuro! debió pensar. Pero algo salió mal: alguien logró infectar el chip y vulnerar la supuesta seguridad que le ofrecía.
El tipo va diciendo por ahí que es el primer humano en infectarse con un chip informático. No. Ah, qué terca la realidad. Tu chip es defectuoso por diseño y tan sólo era cuestión de tiempo que alguien te diera un baño. Ese virus no te ha infectado, no te incapacita para nada. Si este chico hubiera evaluado adecuadamente el sistema de seguridad que se iba a utilizar en su laboratorio, seguramente habría escogido bien y su seguridad no habría sido vulnerada. Claro que tampoco habría tenido sus quince minutos de fama.
Escoger bien implica no utilizar como sistema de llave implantado y no desactivable un dispositivo electrónico susceptible de un ataque de clase capaz de romper a la vez y dejar vulnerables gran cantidad de ellos, que tengan un diseño similar, como sucedió cuando se rompió el cifrado de una gran cantidad de chips RFID usados para abonos de transporte. (Y eso considerando que el cifrado en un dispositivo como ése sirva para algo, es algo cuestionable.)
El debate sobre la RFID es viejo. Incluso en este blog hace tiempo que le prestamos menos atención que antes: pero protestamos tanto sobre los riesgos de seguridad, los abusos que se planeaban, lo injusto de los enfoques con que se diseñaba su uso, que incluso algunos Estados prohibieron el implante de estos chips como condición para acceder a un puesto de trabajo, además de limitar la información que contienen estos chips.
Pero bueno, tenemos un capullín británico que dice ser el primer ser humano infectado por virus informático. No es así, y en realidad queda claro que evaluó mal los riesgos y tomó una decisión equivocada. Siempre supe que a la gente le gusta ganar incluso los concursos de tontos, pero llamar a los medios e irse a publicarlo a la red para quedar en los anales ya me parece el colmo. Hay gente para todo.