Hace semanas que leo reflexiones (que además son anteriores a la última reforma laboral) sobre la decadencia del estado del bienestar, que algunos achacan a la actual crisis económica. Sin embargo, los recortes en bienestar no son nuevos, ni coyunturales, ni fruto de esta crisis. La crisis es más profunda: tiene que ver con el papel no hegemónico del Estado en el mundo que viene. Si la crisis iniciada en 1929 acabó con la posibilidad de cruzar el mundo sin documentos, ¿a dónde nos dirigirá la actual? ¿Acelerará la imposición de nuevas medidas de control social? En septiembre de 2008 escribí aquí un post que titulé La desaparición del estado del bienestar. Lehman Brothers aún no había quebrado. De eso hace dos años, el que no haya comenzado a buscar alternativas en estos dos años, los ha dejado escapar.