Hay una especie de revival bloguero en torno a la moda: los bloggers molan si hablan de moda, generan opinión, son agentes cuyo favor es codiciado y los hay como Frockwriter, hasta que han intentado cobrar por ser leídos. (A día de hoy es posible suscribirte sin pagar, no sé si han dado marcha atrás o tienen otro feed de pago.)
Es por eso que veo con cierta diversión la vuelta al candelero de los viejos debates, como el de los regalos a bloggers, pero en versión kitsch. Porque claro que siempre hubo regalos a bloggers (fueron el precursor de esos eventos a los que se invita a la chupipandi). Pero donde la ética blogger veía con recelo estos regalos y ponía disclaimers (o no los ponía, y entonces la tormenta perfecta daría lugar a un post en otra parte que se colaría en portada de Meneame a modo de «pepito cuela un post patrocinado como si no lo fuera»), la nueva oleada de bloggers de moda, con la lección aprendida de que lo importante no es sólo ser cool sino además parecerlo, coge todo del revés y entonces el escándalo no es que cojan post patrocinados colados como genuinos, sino que pillan a bloggers con las manos en la masa comprándose artículos para luego decir que se los han regalado. Porque sino eres cool, al menos tienes que parecerlo.
Como decía: un mundo divertido éste de los bloggers de moda en el que los debates cambian poco, las estrategias de publicidad se repiten… y, sin embargo, la respuesta de los implicados es sorprendemente cutre. Y mira que algunos listones quedaron altos en otro tiempo, cuando los blogs hablaban de tecnología.
Yo lo tengo crudo con un blog que se llama «Guerras Posmodernas». ¿Qué podría esperar? ¿Que me manden un fusil de asalto a casa para publicar entradas con títulos como «El nuevo FN SCAR-H mata pero bien»?
Podrían sacar una línea de producto fusil-de-moda preparado para todos estos revolucionarios de cartón piedra: el auténtico fusil con efecto barro de trinchera, como los coches del escalextric, así lo puedes enseñar en las tertulias a la voz de «aún tiene el barro de las trincheras de Kiev en las que nos escondíamos de los rusos».
Bueno, y quien dice Kiev dice Angola o Perú o Cuba, que puestos a mentir sobre la revolución con un café en la mano, el destino turístico es lo de menos :D
Montar un negocio de «memorabilia» de guerras y revoluciones para presumir de haber estado en sitios.
Banderas, camisetas, parches, panfletos… de OTPOR!, el EZLN, las Primaveras Árabes, el Ejército Libre Sirio, los rebeldes libios… Vendes tickets de metro, cuentas de restaurantes, posavasos, casquillos de fusil… ¡Arena del desierto! «Jo, mira. Todavía tengo arena libia en el fondo de la mochila»
El negocio del «yo estuve allí»
Aunque Gonzalo y tú me tratéis como a un advenedizo chupipandero, y aunque los chupipanderos me vean como un carca de la vieja era, voy a aportar mi grano de arena al debate.
L@s de moda, no son bloggers. No como vosotros, ni siquiera como yo que escribo cada 3 meses. Son criaturas del postureo que ven en los blogs una vía nueva para esquilmar a marcas y exhibir sus trastornos hormonales ante audiencias con pocas neuronas. Están mal de la olla, lo único que hacen es poner fotos y decir «lo que se lleva». Lamentable. Todo lo que ocurra ahí, no debe ser tomado en serio.
Bueno, os dejo, que tengo que contestar a una petición de post patrocinado.
Estimado, siento la confusión jis jis. No iba por pandilleo, te recuerdo que yo también acepto cosas (las veces en que de mí se acuerdan desde alguna editorial y me envían libros y cosas así) y por eso hago el chiste en el post de que estas cosas siempre han existido ;) Por lo demás, creo que los comentarios rozan el off-topic y no hablan ya (apenas) del tema, pero es tan divertido que mejor te lo cuento con una cerveza en la mano. Y así me grabas un Vine con tu Android :P
No, si ya se sabe que no hay salsa de spaghetti perfecta. Pero aténgase a las consecuencias… ¡post patrocinados! Eso es de gurucillos que tienen que forzar la máquina para hablar de todo. Oiga, y cúrrese el Iván Fanego Punto Com, que un día le puede dejar la pandilla :-P
Quizá para guerras postmodernas no, peró sí que parece haber hueco para otro, digamos, mercado
Salud
¿Está de moda pavonearse de ser receptor de regalos cuando no se es solo para mostrar un estatus que no se tiene? ¡¡Están locos estos romanos!!
Eso es triste.
Las demás reflexiones ya están bien hechas acá y en el resto de enlaces, así que nada tengo que aportar.
hasta luego ;)
Los viejos debates siguen ahí, aunque ahora al blogger se le prefiera llamar curador de contenidos.