Lo de las patentes hace mucho que se fue de madre, y asústense: cualquier cosa que vean hoy referente a este tema será superado próximamente con alguna reclamación aún más absurda. (Y el listón está muy, muy alto; pero que muy alto.)
Sobre el mal general que el régimen de patentes y la propiedad intelectual ejercen sobre los incentivos a la innovación ya hemos escrito. Sobre trolls de patentes también.
Blackberry (antigua RIM), una empresa al borde del precipicio desde que fue incapaz de responder al mercado frente a los cambios introducidos por Apple con la presentación de iPhone, borda lo ridículo al demandar no ya a otro fabricante por imitar sus teléfonos (algo a lo que estamos más que tristemente acostumbrados), sino a un fabricante de fundas para iPhone porque la funda en cuestión parece una Blackberry.
No se me ocurre nada coherente que decir al respecto, así que me conformo con fumar un poquito (muy poquito, porque parece peligroso) de eso que fuman en el departamento legal de Blackberry.
Vi no hace mucho lo de la funda esa (de la que yo sería una usuaria potencial) y pensé, por absurdo que parezca, justo esto que cuentas, que la demanda estaría al caer… ay… Y ahora que se está muriendo mi BB, ¿qué voy hacer? Yo quiero mi tecladito qwerty…