Hoy vamos a hablar de otra forma posible en que a los ciudadanos se nos escapa el control de nuestra libertad, empezando por nuestros derechos laborales.
Esta otra forma de que nos hagan el mechero es a través de las instituciones autoproclamadas como autoridad en un ámbito concreto. Digamos, un colegio gremial profesional (informáticos, químicos, azafatas de congreso, artesanos del algodón de azúcar) o una federación deportiva. Entidades que se autoproclaman la máxima autoridad en una determinada materia y a partir de ahí interpelan a las diferentes autoridades de tú a tú.
Que instituciones de este tipo se autoproclamen portavoces de algo y se les conceda el premio a la osadía de recibir ese trato es un peligro, pues estas instituciones obedecen a intereses espurios, adolecen de un espíritu democrático bastante reducido y la forma en que gastan su dinero suele ser oscura (y nada se puede hacer con eso, pues no es una entidad pública obligada a rendirnos cuentas de lo que hace con nuestro dinero). Que entidades con estas carencias democráticas y de interés general obtengan un poder elevado es sin duda un problema.
Sin duda, ninguna otra institución de este tipo ha llegado hasta ahora tan lejos como lo han hecho las instituciones que se encargan de regular el fútbol internacional (FIFA, EUFA). En Breve historia del futuro (Jacques Attali, 2007), que leí hace un tiempo con sensaciones agridulces y comentaré un día de éstos si me encuentro con ganas, se comentaba precisamente este punto y hoy no he podido evitar pensar en ello al ver una noticia en el 20minutos: Michel Platini (presidente de la UEFA) quiere que el deporte esté exento de las leyes de competencia europeas.
Resulta que Platini es presidente de la UEFA, autoproclamada institución dirigente del fútbol europeo. Se le da el privilegio de reunirse con todos los ministros de asuntos europeos de los Estados de la UE. Y, ¿qué dice en esa reunión? Que las leyes del deporte no son las del mundo real y que las leyes de competencia no sirven, que los clubs deben «poder formar» a sus jugadores.
¿Alguien ve qué significa eso? Eso significa que Platini quiere que la ley de movildad laboral en la UE no se aplique al fútbol. Quiere restringir el número de jugadores de otros estados que juegan en un equipo de fútbol.
Quizá algunos estarán de acuerdo con Platini… eso es porque no lo han pensado bien. La UEFA no defiende el interés general sino el suyo propio. Los que estén de acuerdo con Platini que se planteen, por un momento, si estarían de acuerdo con un autoproclamado portavoz de informáticos, físicos, científicos, azafatos de congreso, diseñadores, … que dijera que la ley de movilidad laboral europea no se aplique, cada uno en su propio sector. Sin duda es el reverso aún más tenebroso de la falsa globalización.
Y piensen por un momento que no hay nada que puedan hacer por evitarlo ya que no habrá elecciones generales para votar a ese portavoz autoproclamado.
Supongo que a estas alturas del post ya todos hemos llegado a la conclusión de que a este tipo de instituciones hay que someterlas a un control público antes de que se le otorguen poderes de intermediación y representación a tan alto nivel. Si no lo hacemos, seguro que más adelante lo echaremos de menos. Mucho me sorprendería que la UE no hiciera caso a las peticiones de las federaciones de fútbol y cediera a sus pretensiones al menos parcialmente.
Muy cierto lo que comentas. Ocurre a todos los niveles de la vida: sindicatos, partidos políticos, ecologistas, asociaciones de padres…
Pueden tener opinión, si, pero decisión jamás.
Yo no sé si tengo una fijación con el franquismo o que :P pero cada vez más todo lo que pasa y que comentas en tu blog me suena a que se repite la historia ( con elementos mucho más sofisticados eso si ).
Lo de las autoridades autoproclamadas me suena salvando las distancias al «sindicato vertical» franquista, o los tribunales de honor de otras instituciones etc.
Instituciones al margen del control democrático que se constituyen en aútenticas mafias ( como el famoso sindicato de camioneros yanqui ).
Una cosa que no tiene que ver con éste post, no os parece que lo de la doctrina del consenso de washington se parece mucho a la «democracia orgánica» franquista??? O es que empiezo a ver neofranquismo por todas partes??? :P
Saludos.