Ésta no tiene nada que ver con la privacidad, pero me ha interesado porque es una pequeña manía personal: Me fijo irritan mucho las patadas que día a día le damos al diccionario.
El Centro Virtual Cervantes ha publicado su particular Museo de los Horrores con los errores más comunes en el uso del castellano. Es bastante curioso y está escrito a partir de los comentarios que la gente ha ido dejando con los errores que más los irritan.
Pasen y lean: El Museo de los Horrores, y asegúrense de llevar ajos y crucifijos, nunca sabe uno qué se puede encontrar ahí dentro.
Dios santo, creo que no se hablar… Hay algunas patadas al diccionario que meto a todas horas. Con algunas me rio, con otras me mortificaré todas las vacaciones… Menos mal que no me rondan los académicos.
Pero… ¿no me digas que tu dices «Este pan está bonísimo»? ¿Quién se lo iba a esperar?
¿para mi? ;)
para que no te demos mal ejemplo. porque los peligrosos somos los que llevamos aquí toda la vida y seguimos pegándole patadas ;)
Lo que es un horror es intentar ver la web con el navegador configurado para utf-8. Hace tiempo que este tipo de «orrores» tipográficos me parecen algo del pasado que los más conservadores se empeñan en mantener. No tengo ningún respeto a la corrección del español porque no me permite llamar «científicos de las computadoras» a los informáticos o se inventa palabras feas y estúpidas como «zapeo» para no usar términos anglófonos porque por lo visto en nuestros recuerdos imperialistas de aquellos barquitos hundidos no se pueden hacer concesiones al enemigo.
El caso es que me entiendo perfectamente con los compañeros de sudamérica y allí por suerte para ellos no tienen a la RAE para velar por la integridad del idioma, así que no les veo sentido. Bueno sí, tienen un sentido, gracias a ellos en los ambientes técnicos tenemos que lidiar con palabras como «cascodo» o dejar de entender conceptos autoexplicativos simplemente porque el nombre no se tradujo correctamente.
me estoy «destornillando» de risa xDDDDD