«No teníamos alternativa, las leyes chinas prohíben cierto tipo de información. Tomamos la decisión de seguir adelante e implementar los filtros censores porque tenemos que cumplir con las leyes locales y es con ese espíritu con el que hemos entrado en el mercado chino con la intención de servir a los usuarios finales»
Eric Schmidt, CEO de Google, en referencia a los filtros que emplea su compañía para censurar los resultados que muestran a los usuarios de Google en China. Cuántas mentiras juntas en tan pocas frases, el gobierno chino pretende impedir que sus ciudadanos puedan acceder a todas las webs que ofrezcan información sobre las reclamaciones por un Tibet Libre, Taiwan o que hablen de ese mal endémico que algunos quieren importar de occidente: Democracia. Y google colaborando, y justificando lo injustificable.
Por mucho que, en principio, Google sonase a open source, libertad y buen rollo, no es más que un negocio como otros tantos. El mercado Chino es inmenso, en expansión y una de las claves del «dominio del mercado» en un futuro próximo. Esperar por parte de Google una actitud más rebelde o fiel con ciertos principios era como esperar que Bill Gates se pase por tu casa a regalarte un Windows XP