Pero el impuesto de ERC ha revelado lo que todo el mundo sabe: el resurgimiento del clientelismo. Sólo los fieles son llamados a los cargos y empleos públicos como sólo los empresarios dóciles, cercanos y obsequiosos tienen garantías para adjudicarse los concursos de las obras y servicios públicos.
(…)
España vuelve al clientelismo a lomos de la inflación de cargos públicos y una política profesional (en el mal sentido de la palabra) donde la afiliación, la obediencia y la jerarquía son más importantes que las ideas, la independencia y la iniciativa. Nuestro sistema electoral, partidista y cerrado, tiene gran parte de la culpa y la recuperación de la democracia no ha servido tanto para un fortalecimiento real de la idea del servicio público como para la reinstauración de un nuevo sector laboral y económico sustentado por los impuestos, alejado de la meritocracia, de la elección libre y abierta de los ciudadanos y mucho más cercano a los clanes y las obediencias.
No he leído apenas noticias, pero me ha llamado la atención esta reflexión que Periodistas 21 dedica al anuncio -que ví en el telediarios hace unas noches- de que ERC va a exigir cuotas a trabajadores de la Generalitat para mantenerles en su puesto. No se lo pierdan.
Act 2006-03-27 @ 13.20
Más madera: ERC amenaza con la destitución a sus altos cargos si encubren a quien no pague la cuota.
Poca broma con los de Esquerra, se les ha subido la tontería a la cabeza claramente…