Lo peor fue que a ese hombre que pacíficamente mostraba una pancarta lo rodearon 6 policías y le obligaron a quitarse el ojo que tan educadamente llevaba en la cabeza.
Un rato más tarde lo obligaron a bajar de la escalera. Sí. Se ve que no hay problemas de delincuencia en Madrid porque si no que me expliquen, seguro que ese día en ese mercado hacían falta más policías que en aquella escalera donde un pobre diablo sedaba su indignación con una pancarta.