En cinco minutos he leído dos veces sobre el tema (Kriptopolis y Acalpixca).
Me inquieta mucho el enfoque que da el jefe de policía de Houston cuando pide la instalación de videocámaras en los hogares: «Si no haces nada malo, ¿por qué va a preocuparte?»
Es el argumento de siempre y no puedo evitar ver los carteles «EL GRAN HERMANO TE VIGILA». El argumento empleado para la retención de datos, para permitir la trazabilidad, para la emisión de identidades electrónicas cargadas de información biométrica y para todas esas cosas que acaban agotando nuestro último residuo de individualismo. En el colectivismo contemporáneo, derivado inequívocamente del capitalismo brutal de nuestro tiempo, la privacidad es el objetivo a destruir, por cuanto representa precisamente eso: Lo último que tenemos de seres humanos individuales.
Qué es eso de «si no estás haciendo nada malo no tienes nada que temer», ¿Y si me quiero duchar o estar desnudo en casa o simplemente estar SOLO sin que NADIE ME VEA? Que paren el mundo que quiero bajarme.
