Me acojona el modo en que se aplaude y vitorea la «creación de un nuevo formato que no deja imprimir el archivo» porque permite «salvar bosques». Me acojona porque si nos creemos a pies juntillas las notas de prensa de Adobe creeremos que esa nueva versión de PDF con DRM patrocinada por la WWF (que a los bosques los ama mucho, pero a los humanos nos quiere imponer qué podemos hacer) es un guiño inocente para salvar el planeta y no una nueva ofensiva para imponer y extender su propio DRM a costa de nuestra libertad de uso de los ficheros que tenemos. Está claro que para escribir no hace falta tener sentido crítico, y es que no hay nada como creer en Gaia para acabar siendo un totalitarista. Eso sí, un totalitarista muy ecológico. ¡Por el DRM hacia el totalitarismo, en nombre del decrecionismo, ni un paso atrás Fidel! Uy, perdonen, que eso último se me escapó… es que empieza uno a hablar de DRM sin prestar atención y no sabe bien qué acaba apoyando.