Cada vez que me prometen que, con la misma infraestructura, se conseguirá una internet mucho más rápida me echo a temblar. Pienso que un rediseño de la red podría dañar seriamente su carácter distribuido, libre y, en definitiva, lo que la hace grande. Con el p4p no fue una excepción, pero no me paré a buscar dónde podría estar la trampa. Antonio Ortiz nos lo explica: el p4p funciona optimizando conexiones entre usuarios geográficamente cercanos, si Telefónica puede priorizar sus conexiones toda la neutralidad de la red se va al carajo. ¿Cómo garantizamos que no bloquean otras conexiones por otros motivos? Con el p4p tendrían excusa legal.