Ayer mientras escribía el post sobre la polémica Macias-Bonilla tuve la idea de parafrasear el famoso microcuento de El dinosaurio (ya saben, «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí»), escrito por Augusto Monterroso en 1959.
La cosa es que al buscarlo llegué a la página española de Wikipedia (aún os debo ese post sobre el señor todopoderoso Google el Vago) sobre este cuento. El contenido de ese artículo (descontando la huella digital de Wikipedia) son 204 palabras a día de hoy. Más de doscientas palabras acerca de un cuento que sólo tiene 7 palabras, y no tienen el buen tino de «reproducir» el cuento. Oops. Toca continuar buscando.
Una nueva ofensiva nos lleva hasta la biografía de Monterroso en la web del Instituto Cervantes. El bueno de Monterroso tuvo un montón de reconocimientos y su biografía en esa web tiene más mil palabras (1104 a día de publicar este post), pese a lo cual tampoco en esa página tienen el buen tino de reproducir el microcuento.
Como la primera página de resultados de Google estaba plagada de resultados inútiles (de nuevo, Google el Vago), opté por enlazar a la versión en francés de Wikipedia, donde parece que no tuvieron tanto miedo a reproducir la frasecita buscada.
Parece que por algún motivo nadie se atreve a concatenar y reproducir esas sietes palabras que componen lo que Monterroso definió como cuento. Y me dio por pensar que por algún motivo detrás de todo esto está la mano siniestra de la propiedad intelectual que impide reproducir total o parcialmente una obra sin tener los derechos de explotación de la misma.
Es ridículo.
Salud
Lo más gracioso de la es.WP es que no está en el artículo dedicado a ese cuento (¡novela!, que decía el gran Monterroso) pero sí está reproducido en:
– http://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Monterroso (segundo párrafo de la sección «obra y crítica»).
– http://es.wikipedia.org/wiki/Relato_hiperbreve
(Y lleva así un montón de tiempo; en el taller de Cómic y Literatura comenzamos con ese cuento y lo hemos usado bastante y ya, en su día, esto me llamó la atención).
Hasta luego ;)
Ja, ja, muy buena… yo no buceé tanto. Y me alegra ver que no soy el único que se había fijado en esto (quizá no soy tan friki, y quizá no persigo tantos fantasmas inexistentes…).