El Diario realiza un (pequeño) ejercicio de transparencia y hace públicos sus resultados del año: cuánto ingresaron, en qué conceptos, cuánto gastaron y en qué conceptos. Antonio Ortiz destaca que la mayoría de ingresos vienen de las suscripciones de los socios. Hagamos algunas cuentas: 121.000 euros en concepto de suscripciones a 5 euros al mes (algo menos, quitando comisiones). Eso es algo más del 50% de ingresos, el grueso del resto se ingresó por la tradicional vía publicitaria.
121.000 euros.
- Primera suposición: ingresan 4 euros / mes por suscripción esa cantidad equivale a unas 5.000 suscripciones completas anuales. (Seguramente, la comisión es bastante inferior y esa cifra estimada sea bastante menor. Eso descontaría socios con aportaciones especiales, y debieron ser bastantes ya que no ya en el primer ejercicio, sino actualmente (muy pasado ese primer año) cuentan con 3.500 socios.
- Segunda suposición: existe un crecimiento lineal de suscriptores. No parece probable, dado que la legión de fans de Escolar seguro le dio muchos suscriptores en los primeros días, y esos pagaron las 12 mensualidades. Adicionalmente, Escolar no habla de datos de crecimiento y eso sólo significa que no cree poder presumir de ello. Ergo la mayor parte de socios estaban ahí desde el principio y/o el crecimiento es muy pequeño.
Eran 12 personas en plantilla y ahora son 16, según las cuentas comentadas están a punto de eso que llaman el punto muerto de rentabilidad. Tres mil y pico socios, muchísimos menos de 1.000 por cabeza. ¿Todavía no ven por donde voy? Yo me he acordado de inmediato del caso de Vilaweb que comentaba Gonzalo Martín hace un tiempo sobre cómo con tan sólo 1.000 personas habían mantenido el medio a flote: les recomiendo repasar el retorno a la teoría de los mil fans verdaderos. Y, por supuesto, he recordado el comentario de Bianka Hajdu al respecto:
Calculando con otro clásico, la tasa de conversión del 1%, para esos 1.000 fans verdaderos hace falta llegar primero a 100.000. ¿El alcanzable sin grandes presupuestos de marketing? Oye, quizá sí, sólo que no me parece evidente que lo sea.
Agree. Es posible mantener un medio digital vivo con apenas 3.500 suscriptores que se hagan cargo del 50% de los ingresos, y el resto a base de publicidad. Pero para ello hay que tener una visibilidad (y/o un presupuesto de marketing) que está al alcance de muy, muy pocos. Y creo que es por eso que la parte más difícil del crowdfunding no es la herramienta técnica, sino la generación de comunidad. En el post sobre selfstarter que publicamos en este blog se montó una conversación en comentarios que recomiendo leer encarecidamente.
Bueno, ya sabes que la cifra «mil» es de Kevin Kelly y es como el número de Dumbar: una cantidad reducida de gente. Al fin y al cabo, la definición es más o menos «gente que comprará todo lo que hagas». A lo mejor el problema es de pricing: ¿es la elasticiadad precio de los fans capaz de soportar una subida de cinco a seis euros la subscripción? Es un 20% (pero mentalmente un euro nada más) y ya estarían en beneficios. Quinientos fans más también lo cubrirían: nos falta saber a qué escala quieren llegar. Pero 3.000 y pico me parece la leche.
Escolar dice al final: «Sabemos que eres socio porque quieres que este medio, que es el tuyo, siga adelante». Es decir, gente que quiere que las cosas existan. Y eso implica comunidad, lo que exige a una gestión con ciertas renuncias psicológicas que son fáciles de conseguir en un sitio nuevo y no tanto en una empresa tradicional consolidadad.
Pero ahí están.
Es que 3.000 y pico es la leche: mira que mantienen un equipo arriba, trabajando de lo que querían, y a otros leyendo las noticias en el tono en que (sospechan) no se las da otro medio. Por eso pienso que aunque sean 3.000 encaja en el marco, y si cuentas que ahí había varias personas reconocidas cada una con sus lectores más o menos fieles (aunque Escolar sea la cabeza visible), es un puñado de gente dispuesto a comprar lo que hagas. Fans de verdad.
Yo no soy socio ni nada de eso, pero me parece que lo que han logrado es muy interesante. Y no es fácil. Otra cosa es que armar esa comunidad sin punto de partida previo es harto complicado, pero oye… gotita a gotita se van sembrando estas cosas. Como decíamos un día (no por escrito): Amanda Palmer no va a tirar el millón de dólares y no entregar producto porque dentro de un par de años querrá grabar otro disco… y El Diario no puede hacerlo porque mañana tendrá que volver a pedir un pequeño esfuerzo a ese puñado de personas dispuestas a hacerlo.