[Ilustración: Antonio Cerón.]
El mayor escándalo de privacidad del año hizo recular a todos los que fueron cogidos en la masa. Carrier IQ, responsable del mismo, se quedó sólo respondiendo con excusas que no hacían sino ensuciar todo el asunto.
Parecería que todo iría fatal para Carrier IQ, pero ahora el FBI se descuelga diciendo que ese software podría ser usado para «lograr el cumplimiento de la ley» (Forbes, donde también recogen las nuevas excusas vagas de esta empresa). Inquietante, como poco.
La vigilancia intensiva por parte del Estado no es buena para nuestra seguridad. De hecho, todo lo contrario: por encima de unos niveles, esa vigilancia resulta tremendamente peligrosa.