«Los expertos otean el futuro distante y nos avisan de grandes guerras y conflictos. Nos cuentan el porvenir del clima, la globalización, los alimentos, la energía y la tecnología. Nos cuentan todo acerca del mundo de nuestros hijos y nuestros nietos. Y nosotros oímos.»
– Daniel Gardner, Future Babble.
Estoy leyendo Future Babble de Daniel Gardner. Me está gustando bastante, espero pronto hablar más sobre él. Gardner también escribió The Science of Fear, un libro realmente bueno del que hablamos aquí hace ya bastante tiempo.
En éste se está dedicando a repartir contra nuestra capacidad de predicción. Es muy divertido porque todo apunta a que cuanto más sabemos de un tema, menos rendimiento (a base de predicciones) le sacamos a ese conocimiento. Claro que yo no estoy totalmente seguro, yo no soy así (jis, jis, jis).
Ya les digo, cuando lo termine les contaré más, me está gustando mucho. De momento estamos en ese punto: los (so-called) expertos se equivocan todo el tiempo (no dan ni una, para entendernos), pero detestamos no saber qué sucederá mañana, así que seguimos preguntando. Existe una evidente demanda de predicciones, y ello genera todo un mercado de oráculos: desde las muy de moda agencias de calificación a predicciones sobre el mercado de futuros (de petróleo o cualquier otra cosa) hasta llegar al clásico espabilao que nos lee la mano (o nos salva el alma) y nos cuenta nuestro futuro en apenas cinco minutos, y todo ello sin conocernos de nada. Ver para creer.