«Projects, snorted Gauss. Plans, intrigues. A whole palaver with ten princes and a hundred members of the Academy before you were even allowed to put up a barometer somewhere. It wasn’t science.
Oh, cried Humboldt. So what was science, then?
Gauss pulled on his pipe. A man alone at his desk. A sheet of paper in front of him, at most a telescope as well, and a clear sky outside the window. If such a man didn’t give up before he reached an understanding, that, perhaps, was science.»
– Daniel Kehlmann, Measuring the World
(título original: Die Vermessung der Welt)
Measuring the World es uno de los libros que leí este agosto. Es un regalo que recibí de mi ex-director en Dortmund cuando defendí mi tesis hace unos meses y aún no había encontrado el hueco para leerlo.
Pensé hacer una crítica algo más profunda del mismo (la hice, pero está en borrador y no creo que le dé nunca a publicar), pero al final me limito a poner este pasaje, que me sirve para resumir más o menos algo de lo que sentía mientras leía el libro. Y así evito desbarrar sobre temas de los que ya no me apetece ni desbarrar :)
Y qué bien se lleva esta cita con la justo anterior de Bruce Sterling.