«Trato de que mis poemas conversen, por eso cada vez contienen más preguntas. Y cuatro, mi orgullosa condición de intruso. Hace unos días Victor Ruiz hablaba de que la informática es una chapuza, en el sentido de que era territorio fértil para gente imaginativa y bricoleurs frente a quienes tratan de ponerlo todo en cajoncitos estancos, eso sí, muy profesionales.Yo reivindico la condición de intruso para la poesía, porque a veces sólo con una mirada intrusa pueden verse detalles de la realidad que nos tratan de ocultar o que los profesionales del ramo, en su rutina, no ven.»
– Daniel Bellón, poeta, ayer en la presentación de su nuevo libro.
Me encanta esa manera de ver las cosas. Ya está bien de que los que saben nos piensen el mundo: ni los que saben de periodismo (periodistas profesionales), ni los que saben de música (productores profesionales y editores) ni los que saben de nada de nada (políticos, sin ir más lejos). Ni necesito hacer más concesiones por culpa de la crisis en nombre de una «reforma del capitalismo» que da bastante susto así estando a la espera. Ningún ministro me representa mejor que yo, ningún periodista me cuenta el mundo mejor que yo lo veo. Ningún poeta me sueña el mundo mejor que yo lo sueño.
Diréis que representarse a uno mismo, ver el mundo con los propios ojos y soñar el mundo por uno mismo requiere trabajo y tiempo. Yo estoy dispuesto a hacer el esfuerzo de representarme, de ver el mundo con mis ojos y de soñar mi mundo. El resto de opciones, honestamente, son basura.
Mi jueves gana enteros leyendo posts así.
Ni una cosa ni la otra.
Ser intruso en las cosas que te atañen es siempre recomendable porque nadie puede ver a través de tus ojos. Sin embargo, uno no puede saber de leyes, de conflictos internacionales y de enfermedades raras mejor que los que trabajan en los correspondientes gremios. Queramos o no, las mejores decisiones para salir de la «crisis» las conocen ellos; ni tú no yo. Así que nos queda entrometernos e incordiarles para que se acuerden de nosotros.
No digo que nos metamos todos a «expertos en economía» (carecería de sentido, al menos en mi caso pues no tengo ni idea). Digo que al menos aprendamos a no creernos a pies juntillas lo que nos digan o dejen de decir. Las más de las veces hay mar de fondo en lo que se hace y dice (sobre todo en ciertos temas). Identificar esas mareas y decidir uno mismo si las acepta o no, eso es representarse a uno mismo :) Menos borreguismo, en cualquier caso ;)
Efectivamente, el asunto no es quitarse de en medio y encima darles carta blanca a que gasten nuestro dinero (porque es el tuyo, el mío y el de tu familia) como quieran.
El asunto es intentar entender y valorar si lo que se hace puede estar bien o te están engañando.
«Diréis que representarse a uno mismo, ver el mundo con los propios ojos y soñar el mundo por uno mismo requiere trabajo y tiempo. Yo estoy dispuesto a hacer el esfuerzo de representarme, de ver el mundo con mis ojos y de soñar mi mundo. El resto de opciones, honestamente, son basura.»
Un buen canto a la libertad. La libertad conlleva responsabilidad. Responsabilidad por tus actos. Y también riesgos. Riesgo de que las cosas no vayan tan bien como pretendes. Pero lo bueno de esto es que tú decides por donde van las cosas. Tus cosas. Tu vida.
El problema es que la mayoría de la población no quiere asumir la responsabilidad ni mucho menos el riesgo. Prefieren la comodidad de no pensar y la aparente seguridad de que «alguien» resolverá tus problemas. Sin darse cuenta de que el que arregla los problemas te quita mucho más que te da. Salvo para unos pocos, claro.
Me parece perfecto eso, mientras no intenten hacer ver que el que no comulga con esa idea (respetable, por otra parte) es un paria o un tío raro o pretende yoquesé o en fin, te tilden de lo que no es.
Esta claro que sin responsabilidad no hay libertad. Pero significa que cuando renunciamos a la mayoría de nuestras responsabilidades (incluso las pequeñas como escoger qué libros leemos frente al anuncio constante del mediocre de Ruiz Zafón, incluso cuando escogemos qué música oímos por encima del machaqueo de la radiofórmula) estamos dejando en la cuneta la mayoría de las elecciones que nos convierten en lo que somos.
Y si me equivoco seré yo, qué le vamos a hacer :)
Sí, en la responsabilidad. Que nadie la relaciona con la libertad. La mayoría de la gente justifica sus actos sistemáticamente echando la culpa a un tercero (es que me hicieron/dijeron…), sin darse cuenta de que de esa manera muestran el poco criterio con el que se manejan y lo manipulados que están. ¡Con lo bonito que es admitir los errores y así reivindicarse a uno mismo!
Ser un intruso no está carente de responsabilidades. Yo me considero un intruso en los campos que toco. Pero, como bien añades, no se pueden tocar todos los campos. Que viva el intrusismo siempre que sea hecho asumiento las consecuencias y, como no, para aportar y construir, no para restar y derrumbar.
Yo aunque estoy de acuerdo en el fondo no lo estoy en la forma.
Me explico lo de «intruso» a mi me suena como alguien peligroso que se mete donde no debería.
Yo creo más en el «tábano de Atenas» (leáse Socrátes) quién desmontó a los supuestos sabios de su época con aparentemente sencillas preguntas que los dejaban en evidencia (vamos que iba haciendo amigos :P) y los ponían en su lugar. Pues a menudo los supuestos sabios no son más que mercachifles de feria, ahora tenemos por ejemplo a Allan Greenspan adorado hasta hace poco seguramente pasará a la historia como quien permitió sin ninguna tipo de control las burbujas especulativas porque el mercado se autoregula (la mano invisible y demas soplapolleces).
Yo cuando leo lo de la mano invisible siempre pienso y se supone que la economía es una ciencia o al menos algun tipo conocimiento objetivo?????
Resumiendo: los expertos tienen que explicar sus diagnósticos incluso aunque muchas veces se trate de cosas muy complejas y no debemos tolerar la dictadura de los expertos.
Como dijo alguien -> y para que sirven los expertos ?? acaso predijeron la caida del muro de Berlín por ejemplo??
Saludos.