«¿Hay solución para los secuestros aéreos durante el vuelo? Sí, la hay». Así comienza el anuncio de la compañía que fabrica los Brazaletes RFID con descarga eléctrica que el gobierno federal estadounidense está negociando implantar y ante los cuales la ACLU ha lanzado una campaña de movilización en aquel país.
El objetivo no es otro que el de obligarnos a todos los que nos montemos en un avión a utilizar un brazalete con identificación mediante radiofrecuencias que además está preparado para proporcionarnos (me encanta la neolengua) una descarga eléctrica si hacemos algo que el uniformado de turno considere inapropiado. Supongo que luego lo llevarán a otras partes, ya se sabe que ¡esto está lleno de terroristas!
Detalles que comentar:
- Los brazaletes RFID se han propuesto anteriormente para su uso con delincuentes peligrosos en libertad condicional. Ya en su día dijimos que tras las capas inferiores y peor reputadas de la sociedad, vendríamos los demás. Sucedió igual con el seguimiento de universitarios mediante RFID, inicialmente propuesto para presos.
- Primero en los aviones, luego en todas partes. Como los controles de seguridad en aeropuertos, poco a poco trasladados al tren. Ahora, como si yo pudiera coger el tren y llevármelo a estrellar contra Cibeles, ya no puedo despedirme de nadie en el andén, sino que nos separamos en la larga cola
de supresión de derechosdel control de seguridad. Recuerden que la videovigilancia se instaló primeramente en las cárceles y ahora mismo están en todas partes. - Cuando te digan que algo es por tu seguridad, se escéptico.
- En el vídeo que nos enlaza Pululante aparece un aeropuerto con una bandera de Canadá. ¿Pero no fue allí donde la policía mató a una persona a base de descargas eléctricas (Táser) por cometer el grave pecado de no entender el idioma? De repente, me muero por usar esa pulserita de marras. Lo del asesinato con Táser va en serio: sucedió en Vancouver.
- Que estemos en la frontera del imperio y que toda nuestra labor dentro de su maquinaria sea producir los tomates (y las fresas) que se comerán sus majestades no nos librará: comento esta noticia porque si finalmente los adoptan en los EE.UU. pronto los tendremos aquí. Como los pasaportes RFID, como la DMCA. El imperio impone, y nada mejor que estar preparado para lo que pueda venir. Para oponerse, ¿para marcharse?.
- Quizá hayan perdido la cuenta del número de pequeñas cesiones que, en nombre de la libertad, han hecho de sus libertades. Recuerden, recuerden, que al infierno se desciende paso a paso, por peldaños.
Poco más, Pululante dice que estos brazaletes son parte del teatro de seguridad. Yo ni siquiera diré eso: estos brazaletes son puro fascismo, obedece o te vas a cagar (quizá literalmente) con la descarga que te voy a meter. Si los Estados los adoptan e intentan obligarnos a usarlos, estarán dejando bastante claro de qué va la cosa. Si la sociedad no los rechaza abierta y mayoritariamente, quizá estará demostrando (una vez más) que al final tenemos lo que nos merecemos. En el sentido más estricto: nadie puede cobrar sin trabajar, nadie puede ser libre si no defiende su libertad.
Parece que la realidad SIEMPRE supera a la ficción, porque dispositivos así ya se han visto en pelis de ciencia ficción (normalmente de serie B), y el uso que se hacía de estas NUNCA era bueno, así que espera ver como se usan en la realidad.
Dios, el collar de adiestramiento de los perros adaptado para humanos. Si ya me parece mal electrocutar un pobre bicho para que me haga caso…
Cada día estamos peor, con la paranoia del terrorismo nos estamos dejando humillar, controlar y ahora torturar. Ya estoy viendo los titulares en plan «señora se pone nerviosa en un vuelo y la fríen», con lo bien que se les da matar gente con los Táser que teóricamente tampoco deberían matar (y no fue el único el de Canadá me temo).
Lo triste es que habrá gente encantada con la idea, maravillada por su pseudo-seguridad y feliz de vivir en un país tan «democrático y libre».