Hoy voy a comentar un pequeño off-topic: voy a prestar mi apoyo a la campaña contra las bombas de racimo en España (y en todas partes, pero por algún sitio tenemos que empezar a pedir). Ya han hablado de ella muchas personas, yo aún no le había dedicado un post.
Resulta que esta semana, más de 100 gobiernos comienzan a negociar (en serio) un tratado que permita prohibir este tipo de munición, especialmente dañino porque muchos de los explosivos no explosionan en el momento quedando ahí enterrados y actuando como minas antipersona. Eliminarlas sería el mayor logro en años, hablando en términos humanitarios.
Lo cierto es que el gobierno de Zapatero prometió, durante la anterior legislatura, dejar de fabricar ese tipo de armas. Si bien últimamente ha dado algún paso atrás.
Hasta el 30 de mayo, fecha prevista para el fin de las negociaciones, hay tiempo para conseguir que el gobierno cumpla lo que prometió. Yo recomiendo meter algo de presión (y he aquí mi post), que prometer es gratis pero ya vale de tanta promesa frívola y falsa.