Las encuestas las carga el diablo, es cosa sabida. Ahora lo vamos a ver.
El último barómetro del CIS habla bastante de privacidad, aunque esa palabra se usa sólo en un par de ocasiones. He llegado hasta él desde El Mundo, donde se señala que un 73% de las personas dicen estar a favor de la videovigilancia. El dato me ha parecido tan terrible que he corrido a comprobarlo con mis propios ojos; evidentemente, la respuesta no era tan sencilla como el no-redactor del El Mundo ha dejado entrever.
¿Está usted a favor o en contra de la videovigilancia? 73% a favor, 15% NS/NC, 9.5% en contra. El resultado no es tan malo como parece: pese a la propaganda continua hay un 25% de las personas que no están a favor de la videovigilancia. Sin duda, a poco que comience a verse que esto no sirve de nada es de esperar que este porcentaje subirá.
Sin embargo, el resultado curioso lo encontramos cuando se matiza la pregunta anterior y se añade un dónde. Se preguntan diferentes posibles ubicaciones para que se diga si se está a favor o en contra de la colocación de videocámaras en esa ubicación.
Las ubicaciones preguntadas son bancos, comercios, comunidades de vecinos, lugar de trabajo, guarderías y colegios, transporte público, calles y hospitales. ¿Se les ocurre una ubicación que no se incluya en todo lo anterior? Pues resulta que en todas esas ubicaciones hay más gente en contra que a favor de la instalación de videocámaras.
La conclusión parece clara: la videocámara está bien para vigilar cosas críticas pero no para el día a día. Y es eso lo que la gente dice si combinamos esas dos respuestas: no se pregunta por comisarías, cuarteles o bases militares, pero supongo que la gente estaría a favor de eso. Preguntados por si quieren una cámara en su mesa del trabajo, en el colegio de sus hijos, en sus barrios, en el autobús o en su carnicería, la gente está mayoritariamente en contra.
¿Queda claro que las encuestas las carga el diablo? Eso sí, algunos periódicos ya tienen el titular (y subtitular) que querían. No hay nada como no analizar lo que uno se lee.
Otras respuestas que me han llamado la atención son:
- Más de la mitad de la gente afirma denegar el permiso para usar los datos personales que se recogen en formularios. Sólo una de cada cuatro afirma dar ese permiso.
- Más del 50% de las personas no tienen mucha confianza en el uso que las empresas hacen de nuestros datos.
- El 20% de las personas no saben lo que es el SPAM, ya que hay un 20% que dice que jamás lo ha recibido y entiendan que crea que eso es imposible (lamentablemente).
- El 76% de las personas ha solicitado alguna vez que sus datos sean borrados de algún fichero de datos personales.
- Más del 70% afirman preocuparse poco o nada por el intercambio de ficheros en p2p. Ojo, esto es chungo: hay casi un 20 al que sí le preocupa (aunque quizá lo que les preocupa es que los llamen ladrones, no se especifica).
- Sólo el 6% cree que el terrorismo es un problema que realmente le afecte.
- Casi el 60% afirma leerse las políticas de privacidad de todas las webs que visitan; ja, ja, ja (no se lo creen ni ellos, no les quedaría tiempo pa salir ni del buscador si lo hicieran).
- Hay más gente que no usa internet porque no sabe que porque no le interesa. ¿Queda clara cuál es la verdadera brecha digital? Hay que educar.
- Más del 50% desconoce la existencia de la Agencia Española de Protección de Datos, aunque más del 50% sabe que hay una ley que protege los abusos sobre nuestros datos (la LOPD, aunque si preguntan el nombre seguro que ese porcentaje bajaría…).
Está todo en el CIS de febrero de 2008.
La verdad es que está claro que no hemos conseguido concienciar mucho, porque a pesar la tasa de aceptación de la videovigilancia es bastante amplia. Está bien aclarar los datos pero hay que seguir «educando» en pro de una sociedad libre sin cámaras de vigilancia jejeje ¿no?
Y tanto, ¡queda tanto por hacer!