El sistema se llama miSense y por el momento sólo para vuelos hacia Hong Kong y Dubai, no por motivos técnicos sino para evitar el rechazo de la población, si la población acepta estas medidas biométricas las extenderán a más aeropuertos y más destinos. Y digo yo, si es una medida tan buena para todos, ¿Por qué hay que ser precavidos e introducirla evitando que provoque rechazo en la población? ¿No será que no es tan positiva para todos?
Aseguran los promotores del sistema que «los pasajeros quieren pasar más rápido los controles y con este sistema lo van a lograr». Perdonen que no me lo crea. Se dice ahí que tengo que identificarme con mis diez huellas dactilares y mis iris. En poner 10 dedos sobre los lectores y apuntar con el ojo al lector de iris se tarda mucho más que en enseñar a un funcionario mi pasaporte. Máxime cuando la principal causa de retraso durante el embarque no es enseñar el pasaporte, sino toda la farsa mercantilista de quitar el abrigo, el jersey, vaciar los bolsillos, quitar las botas si son de montaña, … Eso sí lleva rato, y va a seguir siendo obligatorio, con lector biométrico o sin él. ¿Por qué nos intentan vender la moto?
Y recordemos que en el términal 4 de ese mismo aeropuerto se instaló en el verano de 2006 uno de los temidos Analizadores de retrodispersión (Backscattering scanner, como ya previmos hace un tiempo en este blog cuando los instalaron en EEUU) (¿Quién vigila al vigilante? y el backscattering scanner en Heathrow) que te mostraba completamente desnudo al atravesarlo, por si habías decidido esconder un clásico cuchillo de carnicero no metálico debajo de tu ropa. Pronto nos harán quitarnos la ropa directamente, para ahorrar electricidad… por el cambio climático (y por la paz en el mundo, claro).