En este blog lo tenemos claro: Estos chips no nos gustan, y cuando se integran en documentación oficial la cosa se pone realmente chunga y la única postura aceptable es la eliminación de estos documentos, mediante el desarrollo de legislación adecuada.
De las formas, entre tanto conseguimos eso hay que protegernos, y para eso lo mejor hasta ahora es una funda contra rfid, o lo que es lo mismo: Una cartera con una fina malla metálica que actúa de jaula de faraday impidiendo que la radiación (de radiofrecuencias en este caso) entre ni salga de la cartera, aún no nos impide que alguien copie nuestros chips cuando lo sacamos para enseñarlo al funcionario de aduanas pero, al menos, el resto del tiempo permanece aislado.
Hace varios días recibí una de estas carteras y hoy mismo la he probado. No tengo lector RFID en casa pero como están por todas partes aunque nadie nos quiera creer, he conseguido probar si la funda sirve o no para bloquear la activación de un par de etiquetas RFID con un emisor externo de radiofrecuencias. ¡Y funciona, la funda funciona! La etiqueta RFID en cuestión no ha podido ser leída estando en el interior de la cartera, y he tenido que sacarla para que «funcione» (o disfuncione, según lo miremos).
Este hecho de sacar la tarjeta de la cartera (esa «molestia», que le parecerá a alguno porque nos venden esto de hacer todo sin sacar las cosas de la cartera), me ha llevado 5 segundos: abrir la cartera, sacar la tarjeta, pasarla por el lector y guardarla. A cualquiera podría parecerle que es una molestia innecesaria: Para mí ha sido como música para los oídos.
*** Más información:
Jo! a tí fijo que te la han regalado por el blog! jajaja
Quiero una, pero solo hay de un color, y no enseñan muy bien como es.. jejeje deberian dejar que te customizaras tu cartera anti rfid! eso si es 2.0!
Aun así, si me dices que por dentro tiene sus compartimentos, la compraré! :P salud!
Pues… no sé si hay otros colores, la mía es negra normal :)
Y sí, si me han cobrado, aunque me han mimado también, no lo puedo negar ;)
Para los perezosos o los que no quieran gastarse muchas perras en el invento, pueden envolver su pasaporte en papel de aluminio, sí el del bocata.