Soy de los que están absolutamente en contra del DRM. De esos que opinan que mis derechos digitales no necesitan tu gestión.
Por eso siempre pensé que Steve Jobs es un encantador de serpientes, un vendedor habilidoso y taimado. Un hipócrita que ahora quiere convencernos de que la culpa de que en su tienda las canciones llevasen DRM no era de él. Cuando su empresa mete DRM a todo su software.
Por eso cuando vi la enésima noticia acerca del fin del DRM en iTunes me sonreí para mis adentros con malicia. La malicia que demuestra el que sabe que el que anuncia eso está simplemente jugando al gato y al ratón. El único comentario al respecto que firmaría al 100% es el de Sergio en Barraquito.
Ahora resulta que Apple iTunes va a continuar haciendo lo que ya hizo cuando ya evaluó la posibilidad de subir los precios a cambio de quitar el DRM: introducir datos personales en esos ficheros. La propuesta es, sin duda, elegir entre diferentes opciones con las que nosotros nunca podemos ganar: o te quedas con el DRM (mal) o sacrificas tu privacidad (mal) o sacrificas tus derechos (compartir, mal).
No es la primera vez que Apple iTunes actúa así. Objetivamente, podemos pensar que en el pasado Apple tanteó la posibilidad de subir el precio de las canciones e hizo pruebas a ver si eliminar la protección anticopia era anzuelo suficiente para que la subida fuera aceptada y si la violación de la privacidad que se introducía en el proceso no era motivo suficiente para que este encarecimiento fuera rechazado. Visto en perspectiva parece claro: el experimento fue un éxito. Por eso quitan el DRM, por eso suben el precio. Por eso tu privacidad (en el caso de que seas un cliente masoquista dispuesto a pagar por un servicio que te trata, de partida, como un criminal) se va al carajo.
Y dirán que hay software para eliminar eso y mil excusas más. Yo les diré que la contratecnología (y ese tipo de hacks lo son) no es una solución sostenible. Es un parche útil pero que hay que empezar por no necesitar: consiguiendo que nuestras libertades estén defendidas o, de manera mucho más efectiva cuando conseguir que el Estado defienda nuestras libertades no es viable -y en la UE no lo es-, no apoyando con tu dinero modelos de negocio que no te respetan. Cada euro que gastas apoya algo, ¿has pensado alguna vez qué tipo de negocios estás apoyando?
Esta amenaza latente (vigilar si compartes y castigarte si lo haces) encaja perfectamente, por cierto, en la nueva doctrina de los 3 avisos por la que al parecer van a apostar los Estados Unidos.
Y todo ello cuando existen métodos gratuitos para descargar música, métodos eficientes en los que el ecosistema digital muestra toda su potencia y que podrían ser una ventaja para todos si los Estados dejaran de torpedarnos.
*** Relacionado:
- La sociedad de control, mi primer libro (ya a la venta) trata estos temas en profundidad.
- En el blog: Endurecimiento de la restricción de copia en el contexto del cercamiento digital
Salud
Hace unos días Andy Ramos escribió sobre el tema de la privacidad en los metadatos de los archivos comprados en iTunes (seguro lo ha visto), ahí es indicado señalar que, en la UE, esas medidas tecnológicas serían legales (a diferencia de, por ejemplo, los hacks que remueven el DRM) en tanto que dentro del concepto de información para la gestión de derechos (el eufemismo con el que se le llama a poner metadatos a un archivo para reconocerlo) protegida por las legislaciones europeas en tanto que traspongan la Directiva 2001/29/CE.
En fin, el enlace a la entrada de Ramos: «Del DRM a la Información para la Gestión de Derechos«.
Y no sé si decir que sería ilegal incluir en esos datos información privada sin que exista un consentimiento verdaderamente informado (no, acá no vale la letra pequeña en el acuerdo con Apple al momento de comprar/suscribirte a su servicio). Tampoco sé qué «soluciona» eso en favor de las disqueras y demás.
Hasta luego ;)
No discuto la legalidad de hacer eso, podría ser legal y aún así no ser justo o no ser conveniente. Además, Andy sabe de leyes mucho más que yo… :)
Yo apunto a la conveniencia (o inconveniencia) de esos movimientos y pongo la luz en el precio que nos están haciendo pagar. Si además resulta que nuestra legislación ampara esta conducta, pues más desolador me resulta el panorama.
Ya digo: lo legal y lo justo no son la misma cosa…
Salud
Me debo haber expresado mal, estoy de acuerdo en que lo legal y lo justo (conveniente y demás) no son lo mismo, lo que digo es que la inclusión del correo electrónico (y el atentado que supone a la privacidad a cambio de «no tener DRM») podría ser incluso ilegal, además de, esto sí de forma clara y es lo que explica Ramos, que en ningún caso está protegido por, al menos, las legislaciones europeas (esto es, existen unos metadatos que se pueden incorporar a la obra -y es lo que se llama «información para la gestión de derechos de autor»-, pero estos NO pueden ser los referentes al adquirente, menos datos privados como su correo electrónico, que es lo que incorpora Apple en su tienda).
Por lo demás más que de acuerdo.
Hasta luego ;)
PD: Vamos, que por una vez la legislación no juega en nuestra contra -al menos no totalmente- ;).
No hombre, soy yo el que a veces lee del revés. ¡Saludos!