«El año pasado, y ya van varios, el producto audiovisual español con mayor recaudación fue Pocoyó. La serie de dibujos animados, creada sin ninguna ayuda institucional, percibe sólo en concepto de derechos de venta de sus juguetes a Namco Bandai 33 millones de euros anuales, equivalente a la mitad de la recaudación total del cine español. Si se suma la venta de dvds, a las televisiones y demás, el muñecajo del gorro azul ha generado el pasado año un 50% más (en torno a 100 millones) que todos los subvencionados juntos.»
– Julián Díez en Cinco Días.
¿Saben cuál ha sido la primera decisión de la nueva ministra González-Sinde (más allá de su declaración de intenciones)? Dar más ayudas al cine ejjjjpañol (normal, si hasta hace 2 días trabajaba con ellos y volverá ahí en cuanto la cesen), para que se puedan seguir rodando bazofias como la de Garci, que nadie habrá pedido y que, por tanto, nadie irá a ver.
Me pregunto sobre el día que yo vaya al banco a pedir pasta para mi negocio y me pidan un aval del que yo no disponga, ¿saldrá la ministra a ponerme el aval por si todo va mal o se limitará a dar clases de españolismo imprudente? Qué harto estoy de ladrones y de subvenciones y de políticos que son peor que mediocres.
y ya podrá volver a ejercer de lo mismo después de haber dispuesto de información privilegiada por su cargo en el gobierno?
Vaya salió Garci, no había otro, y mira que hay cien mil directores casposos. Te aconsejo, para empezar, que visiones El Crack, una obra maestra.
EL problema de las subvenciones es que impiden el normal desarrollo de la industria. ¿Para qué cambiar, para qué evolucionar si me mantienen?. No son ayudas para acelerar el cambio sino para mantener el statu quo establecido. ¿Se les exige algo a cambio de esas ayudas?. Sólo son estómagos agradecidos que se dedican a sacar fotos sin cámara.
A parte de que Garci, es de los peores directores de este pais (opinión cinéfila, con los que es totalmente subjetiva), la verdad es que la película fue financiada por la Comunidad de Madrid con 15 millones de euros, más que cualquier otra película financiada por el ministerio de cultura, y es, por porcentaje, el mayor fracaso del cine español, sino de la historia, uno de las más grandes. Lo gracioso es que quienes se quejan de la subenciones suelen ser los posicionados con opciones politicas de derechas y liberales, como Esperanza Aguirre. Pero, a parte de esta paradoja típica española, es verdad que se tendría que mejorar la política de subenciones para que no de esa sensación que la pequeña industría audiovisual sean estómagos agradecidos. Hay mucha gente que trabaja en el cine y no gana mucho, más bien sobreviven como pueden. Los caraduras son los productores que se llevan el dinero y no hacen el esfuerzo de mejorar la calidad del producto. Los actores, directores, guionistas y técnicos hacen lo que pueden, y les dejan, y, a veces, ganan dinero. Se puede hacer buen cine, y se hace, pero tal vez es que nos empeñamos en compararlo con el de Hollywood, o hacerlo parecido.
Yo me quejo de las subvenciones, pero porque no son un incentivo de innovación, sino un incentivo a «más de lo mismo». En el arte, y más aún en el caso del cine, las subvenciones son un calla bocas enorme. Se puede hacer buen cine, el cine bueno no están Hollywood. Lo que no puede ser es que se dé una subvención de 15 millones de euros a una basura de película a mayor gloria de un ideal nacionalista (sí, el españolismo también es nacionalismo; aunque parezca obvio decirlo, mucha genteno se da cuenta) que nadie ha querido ver y que, artísticamente, es realmente cutre (incluyendo que en la película aparezcan banderas que en esa época aún no existian, ni siquiera se han documentado… o quizá es que tenía que salir la bandera para la cual se le dio la subvención, jeje.
Vamos, que decir que mucha gente que se queja de subvenciones son cercanos a políticas de derechas es generalizar demasiado: en la calle la gente no quiere subvenciones a un cine que nadie ha pedido… otra cosa es que de los dos grandes partidos, cada uno tome una posición en esa disputa. Yo, personalmente, no puedo estar más lejos de Aguirre; y no me pueden gustar menos las subvenciones al cine ;)
Entre yo y dos amigos más podríamos haber hecho un capítulo piloto como el de Pocoyó, y con un poco más de trabajo, y sólo un poco más, haber hecho otros 10 capítulos completos. Por cuanto? aparte de nuestro tiempo, nada.
Solo hace falta alguien que esté siempre dispuesto a apoyar ideas creativas, el gobierno no es una barrera, aunque si quieren seguir con ese modelo y así son felices, que lo hagan, ya verémos cómo les va a la larga.
«Entre yo y dos amigos más podríamos haber hecho un capítulo piloto como el de Pocoyó, y con un poco más de trabajo, y sólo un poco más, haber hecho otros 10 capítulos completos. Por cuanto? aparte de nuestro tiempo, nada»
ahahaha… claro, Javier! Puestos a rajar… Qué no harías con un tomavista super ocho… Cielo santo, cuanto talento desperdiciado hay por ahí.
Por cierto, la cifra de los 33 no me cuadra con la que yo he leído, que son 3,3
Creo que el problema no son las subvenciones en sí, que en muchos otros ámbitos funcionan muy bien, sino el hecho de que sean a fondo perdido: lo ideal sería pedir una justificación de los logros conseguidos, eso evitaría que haya cintas que se graben sólo para recibir una subvención y que acabarán en la basura antes de llegar a ninguna estantería.