Guy Fawkes es el nombre de un católico inglés que en 1605 planeó (supuestamente) volar el parlamento. (Con ayuda de otros, claro.) Cuando Jaime I de Inglaterra (protestante) prohibió a los católicos practicar su religión, un grupo de ellos planeó un plan para derrocarlo: volar el parlamento un día en que tanto el rey como los nobles estarían dentro. Planeando el golpe, el grupo avisó a los nobles católicos (supuestamente para que no acudieran al parlamento ese día), y uno de ellos, leal al rey, avisó del plan.
Fue así como la mencionada conspiración falló. Esta historia (con su componente fantástica, imagino) se usa en Reino Unido para promover la tolerancia entre católicos y protestantes: porque «buenos» hay en todas partes. La realidad es que la fiesta hizo desde el comienzo burla de los católicos y su fallida conspiración, aunque quizá eso haya pasado ya a segundo plano.
Y esta historia, que puede tener de real únicamente el nombre de su protagonista, es la que le cuentan a los niños británicos en el colegio los días previos a la «día de la pólvora», que celebran el 5 de noviembre lanzando petardos y cohetes, en conmemoración al fallido golpe contra el parlamento, aunque los niños todo lo que saben es que ellos tiran cohetes al aire. Y es todo lo que les importa, muy en consonancia a los niños que ahora celebran halloween pero nada quieren saber de ritos lúgubres y horas frente a lápidas en un cementerio.
¿Por qué les cuento esto? Pues porque hoy es 5 de noviembre, y no es la primera vez que nos acordamos de esta fecha, y porque David escribió el otro día un post sobre el origen del Halloween actual que habla de ésta y muchas otras cosas y que vale la pena leer.
… nada mejor que esta noticia:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/05/navegante/1257414681.html
ya están aquí….
:/
Remember remember, the fifth of November,
the gunpowder treason and plot.
I know of no reason why the gunpowder treason
should ever be forgot.
Pues eso, que no hay razones para que las cosas se olviden.
De hecho tengo muchas razones para que no se olviden…